Six Flags America cierra sus puertas tras 50 años: el histórico parque dice adiós
El paisaje recreativo de la costa este de Estados Unidos cambió de forma definitiva el 2 de noviembre, cuando el parque, ubicado en Bowie, recibió visitantes por última vez y apagó sus atracciones tras más de medio siglo de actividad.
La clausura incluye también el parque acuático Hurricane Harbor, ambos operados por Six Flags Entertainment Corporation, conglomerado que atraviesa una fase estratégica de reordenamiento financiero.
El recinto, originalmente inaugurado en 1974 como The Wildlife Preserve, nació como un safari vehicular. Décadas más tarde adoptó la marca Six Flags, en 1999, para convertirse en un complejo con más de 100 atracciones, montañas rusas, espectáculos familiares y áreas acuáticas, consolidándose como uno de los centros de entretenimiento más emblemáticos del área metropolitana de Washington D.C.
La última jornada estuvo marcada por sentimientos nostálgicos y despedidas de visitantes frecuentes, familias y exempleados que acudieron a recorrer por última vez los pasillos del parque.
El cese de operaciones se enmarca en una reestructuración corporativa orientada a reducir deuda y fortalecer el margen financiero del conglomerado. En un comunicado oficial, el presidente y director ejecutivo, Richard A. Zimmerman, explicó que tanto Six Flags America como Hurricane Harbor “no encajan como una apuesta estratégica con los planes de crecimiento a largo plazo”.
Agregó que, tras un análisis de alternativas, la decisión de comercializar el terreno ofrece “el mayor valor y retorno para los inversores”. Por ahora, la compañía no ha revelado el destino de las atracciones, aunque, de acuerdo con People, las posibilidades incluyen su reubicación en otros parques del grupo o la venta a operadores externos.
Aproximadamente 70 trabajadores de tiempo completo recibieron notificación sobre el cierre, y, según el comunicado corporativo, obtendrán “las indemnizaciones y beneficios que resulten aplicables”.
En sus redes sociales, la administración publicó un mensaje de agradecimiento que se viralizó entre antiguos visitantes: “Gracias, fanáticos de Six Flags America, por 50 años de diversión familiar. Siempre atesoraremos los recuerdos construidos juntos”.
La publicación desató una oleada de comentarios emotivos, con relatos personales de antiguos empleados, familias que crecieron visitando el parque y seguidores que lamentaron la pérdida de un ícono regional.
El adiós a esta sede coincide con una etapa de transformación para la compañía. En julio, Six Flags Entertainment Corporation completó su fusión con Cedar Fair, creando un nuevo gigante del entretenimiento con más de 20 parques y resorts en Estados Unidos, Canadá y México. Entre las propiedades más destacadas están Six Flags Magic Mountain en California y Cedar Point en Ohio, cuna de algunas de las montañas rusas más famosas del mundo.
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En octubre también se confirmó que Travis Kelce, estrella de los Kansas City Chiefs, se sumó como inversionista de la marca. “Siempre fui fanático de Six Flags y crecí visitando estos parques con mi familia y amigos. La oportunidad de ayudar a que Six Flags permanezca especial para la siguiente generación fue irresistible”, señaló a People.
Pese a esos movimientos, la empresa enfrenta números rojos. People reportó que durante el segundo trimestre fiscal la corporación registró pérdidas superiores a los 100 millones de dólares, situación que aceleró la salida anunciada de Zimmerman antes de finalizar el año.
Durante cinco décadas, Six Flags America sirvió como punto de encuentro para millones de visitantes, motor turístico local y símbolo del entretenimiento familiar en la costa este estadounidense. Su legado permanecerá ligado a generaciones que encontraron en sus atracciones una parte esencial de su infancia y juventud.
Mientras la compañía define el futuro del terreno y el destino de sus instalaciones, Bowie despide uno de sus referentes más queridos. El ruido de los carros chocones, los gritos en las montañas rusas y el aroma a algodón de azúcar ahora pasan a formar parte de la memoria cultural de la región.