Sueños sexuales: lo que realmente revelan sobre la mente y las emociones, según la ciencia
Despertar después de un sueño sexual puede dejar una mezcla de sensaciones: sorpresa, curiosidad, incluso confusión.
Lejos de ser simples expresiones de deseo, la ciencia ha demostrado que estas experiencias oníricas revelan mucho más sobre la vida emocional, los vínculos y la autopercepción de cada persona.
Un estudio realizado en 2019 con casi 3.000 adultos determinó que cerca del 18% de los sueños reportados tenían contenido erótico. Más recientemente, una investigación de 2025 en Estados Unidos mostró que más de la mitad de los universitarios, especialmente los hombres, admitieron haber tenido sueños sexuales. Sin embargo, los expertos coinciden en que interpretarlos de manera literal es un error.
El psicólogo Antonio Zadra, investigador del Centro de Investigación Avanzada en Medicina del Sueño de la Universidad de Montreal, explicó a TIME que estos sueños no son un reflejo directo del deseo inconsciente: “Los sueños relacionados con el sexo pueden ser metáforas de la intimidad, de cómo nos perciben los demás, o reflejar tensiones y barreras en las relaciones”, indicó.
Esta visión se sustenta en la hipótesis de la continuidad, que plantea que los sueños representan las preocupaciones, pensamientos y emociones de la vida cotidiana. Así, un sueño erótico no siempre habla de deseo, sino de necesidades emocionales o de un intento del subconsciente por integrar diferentes aspectos de la personalidad.
El psicólogo clínico Gary Toub afirmó que los sueños sexuales “buscan ayudar a las personas a sentirse más completas, mostrando piezas faltantes de sí mismas”. Según él, el sexo en los sueños simboliza la unión de distintas partes de la identidad del soñante, más que una atracción real hacia alguien.
Entre los escenarios más comunes se encuentran los encuentros con exparejas, amigos, jefes o celebridades, así como situaciones en lugares públicos o con tintes de infidelidad. En todos los casos, los especialistas insisten en que la interpretación debe ser personal.
“Soñar con tener sexo con un amigo o jefe podría reflejar el deseo de incorporar alguna cualidad de esa persona, como la compasión o la autoridad”, señaló Toub.
Incluso los sueños con personas del mismo sexo, en soñantes heterosexuales, podrían representar el desarrollo de cualidades internas, como la creatividad o la espiritualidad. Otros ejemplos, como la masturbación, pueden expresar la necesidad de placer o autocuidado, mientras que las infidelidades suelen aludir a procesos de crecimiento personal o exploración interior.
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Cuando el sueño involucra a la pareja siendo infiel, Zadra aclara que no se trata de una señal de engaño real: “Más bien podría indicar la necesidad de mayor atención o cercanía emocional en la relación”, puntualizó.
La psicóloga clínica Jeanette Raymond, de Los Ángeles, advierte que “no existe un significado universal para cada símbolo o acción en un sueño; el sentido suele estar en la experiencia personal del soñante”. Según ella, la vividez y el recuerdo de un sueño erótico pueden indicar que contiene mensajes relevantes sobre conflictos internos o necesidades no resueltas.
Raymond recomienda prestar atención a las emociones al despertar. Si el sueño deja una sensación de consuelo o alivio, podría estar mostrando la superación de inseguridades en una relación. También sugiere reflexionar sobre quién aparece en el sueño y qué representa, e incluso dibujar las imágenes o comentarlas con alguien de confianza para facilitar la comprensión.
“Los sueños usan un lenguaje simbólico y antiguo. Descifrarlos puede revelar mensajes valiosos sobre nuestra vida personal”, añadió Toub.
La doctora Lucía Crivelli, jefa de Neuropsicología en Adultos de Fleni, explicó a Infobae que los sueños ocurren durante la fase REM (movimientos oculares rápidos) y que se presentan entre cuatro y seis veces cada noche. Según Crivelli, “durante el sueño, se desactiva la corteza frontal dorsolateral, permitiendo que nuestras funciones cerebrales florezcan sin ser interrumpidas por la lógica”.
El neurofisiólogo Eduard Estivill, en el podcast B3tter, aclaró que recordar varios sueños por noche puede indicar un sueño fragmentado. “Los microdespertares durante la fase REM interrumpen el descanso y hacen que recordemos más sueños”, señaló. Además, explicó que el estrés y la ansiedad aumentan la frecuencia de los despertares y las pesadillas.
Finalmente, los expertos coinciden: los sueños sexuales no son un tabú, sino una herramienta de autoconocimiento. Analizarlos con curiosidad, y no con culpa, puede ofrecer una ventana al subconsciente, ayudando a comprender mejor las emociones, los vínculos y los deseos más profundos.