Ecuador da paso gigante para conservar el medioambiente
Ecuador, uno de los países geográficamente más pequeños de Suramérica, ha dado este lunes un paso gigante en temas de conservación al inaugurar un "santuario marino" en la reserva oceánica del archipiélago de Galápagos, una de las "joyas de la corona" en temas ambientales a nivel mundial.
No es poca cosa, pues el santuario marino, ubicado entre las islas Darwin y Wolf, dentro de la Reserva Marina de Galápagos, la segunda más grande del mundo, se caracteriza por albergar la mayor biomasa de tiburones del planeta, según estudios científicos.
Con menos de 300.000 kilómetros cuadrados, Ecuador ocupa el décimo lugar en extensión territorial en una Suramérica con gigantes como Brasil, que tiene más de 8 millones de kilómetros cuadrados, Argentina, con cerca de tres millones, o Perú, Colombia y Bolivia, con más de un millón de kilómetros cuadrados cada uno.
Pequeño en extensión, pero inmenso en biodiversidad, Ecuador figura también en el catálogo de patrimonios naturales de la humanidad de la Unesco, precisamente con las islas Galápagos, donde se ha inaugurado el santuario, enmarcado en una nueva zonificación, para proteger a los tiburones martillo, una especie en extinción.
Por su rica biodiversidad, Galápagos, situado a mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y que debe su nombre a las tortugas gigantes que lo habitan, es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.
Pero si en tierra existe una "joya" que Darwin puso en la pantalla del mundo, bajo el agua hay "un tesoro que ni el mismo Darwin pudo imaginar", según Enric Sala, científico de National Geographic, testigo de lo que ocultan las aguas que rodean el archipiélago.