Blades respalda actuaciones del presidente salvadoreño Nayib Bukele

El cantante panameño Rubén Blades.
El cantante panameño Rubén Blades. / EFE

El pasado sábado 15 de mayo, el cantautor panameño Rubén Blades se refirió a la situación socio política de El Salvador y las actuaciones de su presidente Nayib Bukele en los últimos días.

Como es costumbre del cantante referirse a la realidad política de los países latinoamericanos.

Para iniciar y ensalzar su escrito, Blades adversó las declaraciones de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien argumentó que la destitución de los jueces en El Salvador “socava la democracia”, indicando que, en su opinión, legalmente no cree que ha sido así.

El cantante argumentó que, “Primero: fue un Congreso debidamente electo democráticamente el que expidió la orden destituyendo a los Magistrados. Segundo: La ‘separación de poderes’ no existe en un país controlado por la corrupción. Tercero: El derechista ARENA, partido cuyo liderazgo patrocinó el asesinato del Arzobispo Romero y miles de crímenes más, y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, con miembros como Mauricio Funes, que llego a la presidencia de El Salvador y el ex-presidente del Congreso Sigfrido Reyes, ambos denunciados por corrupción, demuestran que este problema en El Salvador es institucional y no se limita a un solo grupo ideológico”.

En el texto colgado en su cuenta de Facebook, Blades continúa recordando que “tanto ARENA como el Farabundo Martí fueron derrotados en la pasada elección democráticamente celebrada en El Salvador. El ganador fue un ex-miembro del Farabundo Martí corriendo como independiente, Nayib Bukele y esa elección también le otorgo una mayoría en el Congreso, a cargo del Poder Legislativo”.

En tanto, Blades considera que ,“lo que ocurre en El Salvador, corrupción en el poder administrativo, es parecido a lo que ocurre en Panamá y en muchos países latinoamericanos. En Panamá, la percepción nacional es que el Poder Legislativo y el Poder Judicial están, o en manos y al servicio de la corrupción, o la toleran”.

Seguidamente, apunta sus letras al sistema político panameño, específicamente contra la Asamblea Nacional, que a su parecer controla al país, señalando que este Órgano “ni siquiera admite que el Procurador de la Nación investigue independientemente las acciones de diputados envueltos en actos de posible ilegalidad; solo la Corte Suprema de Justicia puede investigar y/o juzgar a miembros de la Asamblea y solo la Asamblea puede juzgar a los Magistrados. Como resultado, ninguno investiga al otro y la impunidad de actos dolosos está garantizada”.

“A pesar de esta evidencia de alianza corrupta, en Panamá y otros países se continúa defendiendo el mito de una supuesta separación de poderes y negando su efecto nocivo en la institucionalidad, como si efectivamente no estuviesen el pueblo y la estructura administrativa rehenes de la corrupción de los que ocupan y dirigen al país. ¿Cómo esperar que un órgano corrupto se investigue a sí mismo con honestidad y objetividad? ¿Cómo esperar que un órgano administrativo corrupto acepte cooperar con los que pretenden eliminarlo del cuerpo institucional? Repito: ¿cree alguien que una enfermedad va a cooperar con los doctores que buscan su cura y eliminación?”, resaltó.

Blades dio un espaldarazo a las acciones del presidente Bukele, manifestando que apoya completamente la necesidad de expulsar de la tarea administrativa a los que obstaculizan la lucha contra la corrupción, legalmente, o de la manera que sea.

En el escrito publicado a las 7:00 de la mañana el autor de ‘Pedro Navajas’ dijo que, “con Bukele en El Salvador no ha sido por las armas; un congreso dicto el despido de los Magistrados. ¿Acaso en Panamá no necesitamos igual depuración, en una Corte Suprema donde los propios magistrados han acusado a sus colegas de vender fallos y advertido que, si no los dejan quietos, "hablaran"? ¿O en un corrupto sistema judicial donde un caso demora veinte años o más sin ser atendido o finalizado?

Recalca que no se puede comparar a Maduro con Bukele, ya que Maduro desconoció a un Órgano Legislativo electo por el voto popular, porque ese poder era contrario a su ambición dictatorial. Maduro creo una nueva Asamblea con el apoyo de una Corte Suprema plegada a su interés y alcahueta de sus intenciones antidemocráticas. Ese, no es el caso por lo menos al momento, del presidente Nayib Bukele de El Salvador. Fue una Asamblea democráticamente electa la que decreto la remoción de los Magistrados, acto que hoy cuenta con el apoyo de más del 70% de la población del país.

“¿Acaso no es ahora "la voz del pueblo, la voz de Dios"? ¿Acaso la voluntad popular a favor de la acción del presidente Bukele no significa una certificación por su acto? ¿O eso solo funciona cuando son las partidocracias corruptas los que invocan el refrán cuando son electas con el pago por votos en una elección?”, cuestionó Blades.

Nadie en Panamá cree que nuestro problema de corrupción en los Órganos que componen nuestra "democracia" va a ser resuelto por los diputados, jueces y magistrados actuales. Y si como imagino nadie lo cree, ¿qué alternativa nos queda?

Este es el "carrusel" de absurdos: sabemos que la institucionalidad no existe porque la corrupción la domina, pero negamos su sustitución a menos que la corrupción lo permita, y alegamos aquello de que hay que "respetar a la institucionalidad". O sea, ¿respetemos a la corrupción?

Para Blades, la opción que se puede considerar en Panamá es a través de un presidente independiente que pueda intentar semejante y urgente depuración, aunque duda que en el 2025 pueda ganar suficientes diputados como para facultar al Ejecutivo a "limpiar casa" con apoyo Legislativo. “Lo único factible en mi opinión seria que el pueblo apoye una Reforma a la Constitución que faculte a un nuevo presidente(a) electo en el 2025 a gobernar por decreto ley por un período no mayor de tres años, hasta el 2028, asumiendo todas las facultades de los otros dos órganos, el Legislativo y el Judicial, pero de manera provisional”.

Blades, quien también ha tenido intereses políticos, incluso de llegar al Palacio de Las Garzas, explicó su planteamiento diciendo que en esos tres años, y luego de eliminar las áreas de impunidad legal que permiten a la corrupción desgobernar al país, ese presidente(a) independiente renuncia y llama a elecciones nacionales, ahora con una verdadera separación de poderes administrativos que permita a la Republica y a sus mejores y más capacitados ciudadanos y ciudadanas ocupar las posiciones que garanticen un gobierno honesto y capaz.

“No sé qué va a hacer Bukele en el futuro. No sé si se convertirá en otra versión de Maduro, otro dictador más para una Centroamérica que ha visto más dictaduras que tranquilidades. Solo sé que, en el 2021, salir de un corrupto sistema judicial es un imperativo para la mayoría de los países latinoamericanos, Panamá incluido”, manifestó.

“Y no me hablen de que hay que respetar la institucionalidad y la separación de poderes en países corruptos hasta la médula. Ese cuento hoy ya no se lo cree ni el ser más bobo del planeta”, aseveró.

Finalizó diciendo que, “si el pueblo que vota es el pueblo que apoya a su presidente o presidenta cuando ordena la depuración de sus corruptos órganos de administración, no invoquen a Cuba, o a Maduro, ni en Cuba ni en Venezuela hay democracia. En El Salvador la gente rechazó a los partidos ARENA (derecha) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (izquierda), y voto por Bukele, (independiente). Esa fue la voz de un pueblo cabreado de la corrupción institucionalizada”, preguntándose si ¿Ocurrirá en Panamá?

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