Israel decide cómo hacer frente a pesquisa de ONU
Ahora que la guerra en Gaza se calmó, Israel se prepara para su próxima batalla: justificar la muerte de una enorme cantidad de civiles en su campaña contra Hamas, que ha suscitado acusaciones de crímenes de guerra.
Los israelíes deberán decidir si cooperan o no con una investigación de posibles crímenes de guerra llevada a cabo por una comisión de las Naciones Unidas a la que considera tendenciosa.
Haga lo que haga, las perspectivas no son alentadoras.
Israel piensa que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emitirá una fuerte condena y que, si colabora en la pesquisa, legitimará el proceso. Al mismo tiempo, no obstante, no quiere hacerle un desaire a la ONU ni dejar la sensación de que admite su culpabilidad al no cooperar.
Israel no fijó oficialmente su posición todavía, pero dio indicios de lo que piensa hacer cuando su Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que la comisión era un "tribunal arbitrario" cuyo veredicto "se conoce de antemano".
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU anunció esta semana la formación de un panel que investigará la guerra de Gaza y "supuestas violaciones" a las leyes internacionales. Señaló que a lo largo de un mes de combates fallecieron más de 1.900 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y que hubo una destrucción generalizada de viviendas.
La cantidad de muertes entre los palestinos hizo que muchos acusasen a Israel de provocar intencionalmente bajas entre los civiles o de no haber tomado las medidas necesarias para protegerlos. Israel insiste en que hizo lo que pudo por evitar bajas civiles y acusó a Hamas de lanzar ataques desde barrios muy poblados. Entre los israelíes hubo solo 67 muertes, en su mayoría soldados que fallecieron combatiendo en Gaza, aunque también hubo tres civiles muertos.
Expertos en legislación internacional dicen que en la investigación se deberá analizar si se justificaron los bombardeos israelíes a zonas densamente pobladas de esta franja sobre el Mediterráneo. Indicaron asimismo que los cohetes que Hamas disparó hacia ciudades israelíes también podrían constituir crímenes de guerra.
Israel está convencida de que no tendrá un juicio justo, sobre todo tomando en cuenta que el profesor de leyes canadiense William Schabas fue nombrado director de la comisión. Schabas es un viejo crítico de las políticas israelíes y ha dicho que el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ex presidente Shimon Peres deberían ser enjuiciados por crímenes de guerra.
Israel desconfía del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el cual incluye países con antecedentes dudosos en el campo de los derechos humanos, como China, Congo, Pakistán y Arabia Saudí. Estados Unidos, el gran aliado de los israelíes, votó en contra de la pesquisa., aduciendo en parte que no se instruyó al panel que investigue también posibles violaciones de Hamas.
"No se puede participar de un procedimiento legal cuando el juez y el jurado ya han decidido que eres culpable incluso antes de llegar al tribunal", declaró Dore Gold, ex embajador israelí ante la ONU y quien ahora asesora a Netanyahu. Gold se opone a que Israel colabore con el panel.
Schabas negó tener una actitud tendenciosa y aseguró que se atendrá a los hechos.
Israel ya enfrentó una situación parecida en el pasado. Luego de su guerra de tres semanas contra Hamas que terminó en enero del 2009, una comisión del Consejo de Derechos Humanos concluyó que ambos bandos habían cometido crímenes de guerra, aunque más tarde dio marcha atrás y dijo que no había matado civiles intencionalmente.
Netanyahu acusó esta semana a la ONU de tener en la mira a Israel y de ignorar abusos en otros sitios. Pero no llegó a afirmar que Israel boicoteará la investigación de la ONU.