Argentina: Gobierno saca ventaja de amargo triunfo de partido opositor
El gobierno intentó sacar ventaja el lunes del ajustado triunfo del conservador partido PRO en las elecciones para la alcaldía de Buenos Aires, que dejó al dirigente opositor Mauricio Macri con un gusto amargo a la hora de pelear la presidencia de Argentina.
Al evaluar cómo afectó al alcalde saliente la victoria agridulce de Propuesta Republicana (PRO) en los comicios del domingo, el jefe de gabinete, Anibal Fernández, dijo a periodistas que "en su condición de partido local, ganar la elección por tres puntos, es una situación incomodísima para alguien que pretendía ser nada menos que el representante de la oposición en el país".
En una segunda vuelta electoral de fuerte impacto a nivel nacional, Horacio Rodríguez Larreta, candidato de ese partido y jefe del gabinete capitalino, fue elegido el domingo nuevo alcalde de la ciudad con 51,64% de apoyo. Cerca quedó Martín Lousteau, de la centrista Energía Ciudadana Organizada, con 48,36% de los sufragios. El alcalde electo, un economista con un postgrado en Estados Unidos y mano derecha de Macri, asumirá el poder en diciembre.
Aunque el partido conservador revalidó su poder por cuatro años más en la capital, su líder Macri no quedó en una posición de fortaleza de cara a las generales del 25 de octubre, en las que pretende desplazar del gobierno al peronismo centroizquierdista de la presidenta Cristina Fernández.
El jefe de ministros criticó el discurso del alcalde saliente tras el balotaje, en el que aseguró que mantendrá dentro de la órbita del Estado a Yacimientos Petrolíferos Fiscales y a Aerolíneas Argentinas, pese a que en el pasado había cuestionado la nacionalización de ambas empresas durante la gestión de Fernández, en el poder desde 2007.
El funcionario atribuyó las declaraciones de Macri "a la desesperación de alejarse cada vez más de la posibilidad de competir" por la presidencia.
Sin embargo Rodríguez Larreta desestimó las afirmaciones del jefe de ministros al sostener en una rueda de prensa que en balotaje "había que ganarlo" y que su partido "ganó". "Con la mano en el corazón, estamos contentísimo...es un golazo", afirmó.
Tras la primera vuelta electoral del 5 de julio quedó desplazado de la competencia el Frente para la Victoria liderado por la presidenta, que hoy es la tercera fuerza política en Buenos Aires.
De ganar la candidatura presidencial en las primarias abiertas de agosto, Macri tendrá como principal rival en las generales a Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y ungido por la mandataria como el aspirante a continuar el modelo que se inauguró con su fallecido marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2009).
En recientes encuestas, Scioli aventajaba por pocos puntos a Macri pero no contaba con el respaldo suficiente para ganar en una primera vuelta electoral. Fernández está impedida por la Constitución para pelear por un tercer mandato consecutivo.
Scioli señaló que Macri se quedó "con un sabor amargo", al señalar que las encuestas habían vaticinado un triunfo holgado de su partido.
Mariano Recalde, candidato del Frente para la Victoria en la primera vuelta de las elecciones capitalinas, atribuyó el ajustado resultado a que muchos simpatizantes de la presidenta prefirieron votar a Lousteau para "castigar" al alcalde.
Lousteau fue ministro de Economía de la mandataria y se alejó en 2008 del gobierno afectado por un polémico intento de gravar con un nuevo sistema de impuestos las exportaciones de granos.
Una de las particularidades de las elecciones porteñas es que los dos rivales integran Cambiemos, un frente opositor nacional que en las primarias abiertas y obligatorias de agosto definirá a su candidato presidencial. De esa fuerza, Macri es el que, según recientes encuestas, contaba con mayores posibilidades de ser electo candidato.