Víctimas del Maratón de Boston reprenden a Tsarnaev
El atacante del Maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev, regresó el miércoles a la corte para ser sentenciado formalmente a muerte y escuchar a las víctimas y sus seres queridos que se dirigieron a él para reprenderlo por sus actos "cobardes" y "repugnantes".
"No puede tener alma y hacer algo tan horrendo", dijo Karen Rand McWatters, quien perdió una pierna en el atentado, en el que murió su mejor amiga, Krystle Campbell, de 29 años.
La madre de Krystle, Patricia Campbell, fue la primera en hablar en la corte. Miró directamente a Tsarnaev, sentado a unos 6 metros (20 pies), y se dirigió a él.
"Lo que le hiciste a mi hija es asqueroso", dijo. "No sé qué decirte. Creo que el jurado hizo lo correcto".
Se anticipaba la declaración de unas 30 personas durante la sentencia en el juzgado federal. El resultado fue el esperado: bajo los requerimientos de la ley, un juez puede debe imponer la sentencia a muerte por el ataque del 15 de abril de 2013, en el que murieron 3 personas y más de 260 resultaron heridas.
La gran interrogante era saber si Tsarnaev diría algo cuando tuviera la oportunidad de hablar. Tsarnaev, de 21 años, prácticamente no ha dicho nada desde que fue arrestado hace más de dos años, sin ofrecer remordimiento o explicaciones al respecto.
McWatters pidió a Tsarnaev mostrar arrepentimiento, y así desalentar a otros yihadistas para que maten personas en ataques similares.
"Puedes salvar a otras personas de estos cobardes actos si es que tienes una onza de arrepentimiento o remordimiento", comentó.
Un jurado condenó a Tsarnaev a muerte en mayo luego de que se uniera a su hermano, Tamerlan, para llevar a cabo el atentado con dos artefactos explosivos en ollas de presión colocadas cerca de la meta, además de matar a un agente de policía del MIT durante su intento de escape. Tamerlan, de 26 años, murió durante la persecución.
Tsarnaev apareció el miércoles en la corte con saco oscuro y camisa, sin corbata. Lució impaciente mientras charlaba con sus abogados antes del inicio de la audiencia.
Bill Richard, cuyo hijo de 8 años, Martin, fue el más joven en morir en el atentado, dijo que Tsarnaev pudo haber cambiado todo si no hubiera seguido con el plan y reportaba a su hermano ante las autoridades.
En vez de eso "escogió el odio, la destrucción. Escogió la muerte. Todo esto es su culpa", dijo.