'Te inyectan en la barriga. Duele, arde', periodista panameño con COVID-19 cuenta su historia

Vivir con COVID-19, la historia de un periodista afectado

Tener que recibir una inyección en el estómago cada vez que necesitas un medicamento, que te puyen con una aguja en la arteria para medir el nivel de oxígeno en tu sangre, que se agoten las venas de tu mano de tanto canalizarte y que sea necesario buscar otros sitios para introducir la venoclisis. Todo esto es parte de lo que significa tener COVID-19.

Hay aproximadamente 3,000 casos confirmados en Panamá. Rolando Aponte, periodista de TVN Noticias es mucho más que solo una cifra. Luego de ser diagnosticado positivo por COVID-19, envió este sábado 11 de abril un mensaje para todos los panameños, especialmente para aquellos que escogen desafiar la cuarentena y salir de sus casas.

"Si supieran lo que es esto, créanme que se quedarían en casa", afirmó Aponte, la voz entrecortada, una descuidada barba blanquecina cubriendo su rostro.

Relató su experiencia, desde el momento en que le introdujeron un gigantesco hisopo por las fosas nasales, raspando en lo más hondo en busca del virus, hasta su llegada al hospital.

En el hospital, le canalizaron el brazo derecho unas cinco veces. Cuando ya no dio más, empezaron a introducirle agujas por el izquierdo. Cuando ya las venas del izquierdo se agotaron, lo canalizaron por el antebrazo y la muñeca.

"Si eso a ustedes no les molesta, les tengo otra noticia. Cuando te dan tus medicamentos, te ponen una inyección en la barriga. ¡Duele y arde!", exclamó.

Contó que el coronavirus golpea el sistema respiratorio, por lo que el cuerpo no recibe oxígeno suficiente. Es por esto que muchas personas se desmayan, por falta de aire.

Para verificar el oxígeno en la sangre, los doctores deben introducir una aguja directamente a la arteria, en la muñeca.

"Señores, duele. Eso duele. Si no les importa y quieren pasar por todo esto, sigan en la calle", añadió Aponte. "Yo puedo entender que hay personas que están pasándola muy mal, que no tienen nada en la casa. Creánme que me solidarizo con ellos. Yo sé lo que es pasar hambre. Pero piénselo señores. Pongan su fe en Dios. Se les quiere, por favor cuídense, quédense en casa", concluyó.

Aponte permanece en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social. La evolución de la enfermedad ha sido positiva y muestra síntomas de recuperación.

Su familia, amigos, excompañeros del Instituto Comercial Panamá, colegas y muchas otras personas más han expresado mensajes de solidaridad y esperan su completa recuperación y retorno al ejercicio profesional.

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