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Ciudad de Panamá, Panamá/La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) alzó la voz ante la crisis laboral que enfrenta la región bananera de Changuinola, Bocas del Toro, advirtiendo sobre las graves consecuencias humanas y económicas que podrían repetirse si no se actúa con responsabilidad y dentro del marco legal.
El presidente de la Cciap, Juan Alberto Arias, hizo un llamado urgente al diálogo y al respeto del Estado de Derecho, subrayando que “cuando se repiten los errores, también se repiten las consecuencias”.
Según Arias, la situación actual en Changuinola no es simplemente un conflicto entre obreros y empleadores. "Aquí hay algo mucho más serio: se está usando al sindicato para hacer política, dejando a un lado lo que de verdad importa —el bienestar de los trabajadores—, y saltándose lo que dice la ley y la propia convención colectiva", sentenció.
La huelga, que ha paralizado la actividad económica en la zona, fue declarada ilegal tras no haberse seguido el procedimiento estipulado en la convención colectiva y el Código de Trabajo. A pesar de ello, los sindicatos decidieron continuar con la paralización, bloqueando vías y, según el comunicado, "en la práctica, secuestraron a toda una comunidad".
El impacto de la huelga ya se deja sentir en los hogares. “Cerca de 7,000 personas y sus familias están viendo cómo pierden su sustento. Y lo más triste es que todo esto se pudo evitar si hubiese habido disposición de cumplir la ley y buscar soluciones reales”, advirtió Arias.
La situación ha traído a la memoria un episodio similar ocurrido en Puerto Armuelles, donde la ruptura de los canales de diálogo acabó con la principal fuente de empleo y convirtió a un pueblo próspero en un “pueblo fantasma, abandonado por la desidia e intransigencia”.
“La historia se repite, pero aún estamos a tiempo”, sostuvo Arias. Recordó que el gobierno ha presentado propuestas concretas frente a los reclamos relacionados con la Ley 45 de 2017, que modifica aspectos de la Caja de Seguro Social para trabajadores bananeros y productores independientes. Sin embargo, la respuesta ha sido “cerrar toda posibilidad de acuerdo. Y así no se avanza”.
La Cciap reconoció la legitimidad de la defensa de los derechos laborales, pero subrayó que las acciones recientes “se alejan de eso. Esto se parece más a una jugada política que a una verdadera defensa del trabajador”.
Y añadió una advertencia clara: “sin empresas funcionando, no hay trabajo. Y sin trabajo, lo único que queda es más pobreza”.
Además, la Cámara destacó que el problema trasciende lo laboral. La falta de educación en el país agrava aún más el panorama. “Hoy muchos niños y jóvenes en Panamá no solo están dejando de aprender lo básico, también se les está negando la posibilidad de desarrollar habilidades fundamentales: pensar, escuchar, analizar y buscar soluciones”.
Arias concluyó con un llamado a la acción: “Todavía estamos a tiempo de evitar que Changuinola termine como Puerto Armuelles. Pero para eso, hay que estar dispuestos a sentarse, hablar, cumplir la ley y construir soluciones reales”.
Y finalizó con una exhortación tajante: “No permitamos que la politiquería nos cierre las puertas al progreso. Abramos los ojos, escuchemos y pensemos en el futuro que queremos dejarle a Changuinola, a Panamá y a nuestros hijos”.
En Bocas del Toro, las vías llevan cerradas más de un mes.