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La Embajada de la República Popular China en Panamá emitió un pronunciamiento en respuesta a recientes declaraciones del embajador de Estados Unidos, en las que acusó a China de ejercer una “influencia maligna” en el país y en el Canal de Panamá, así como de realizar prácticas perjudiciales en América Latina.
En el comunicado, el portavoz de la sede diplomática china tildó de “mentiras repetidas hasta la saciedad” las afirmaciones del embajador estadounidense y defendió el papel de China como un socio respetuoso y cooperativo con Panamá y la región.
Uno de los principales puntos abordados en la declaración fue la acusación sobre la supuesta interferencia de China en el Canal de Panamá. La embajada recalcó que el Canal “es y seguirá siendo de Panamá” y aseguró que China respeta plenamente la soberanía y neutralidad del mismo. También recordó que el propio presidente José Raúl Mulino ha desmentido en reiteradas ocasiones cualquier influencia maligna de China sobre el país.
La declaración critica además que fue Estados Unidos quien en su momento intentó controlar el Canal y ahora, según el comunicado, "pretende usarlo como ‘paso gratuito’ e incluso ‘recuperarlo’".
Otro de los señalamientos del embajador estadounidense apuntó a que la iniciativa de la Franja y la Ruta “no es buena para Panamá ni para el hemisferio”. Ante ello, China defendió la cooperación en el marco de este proyecto, calificándola de fructífera y beneficiosa para más de 20 países de América Latina y el Caribe, entre ellos Colombia y Ecuador. “Los países están votando con los pies”, aseguró el comunicado, al referirse a los acuerdos firmados voluntariamente.
El portavoz también rechazó las declaraciones que acusan a China de ofrecer “préstamos predatorios” a países de la región. Afirmó que las inversiones chinas siguen principios de respeto mutuo, beneficio compartido y cooperación abierta. Señaló que han contribuido al desarrollo económico y al bienestar local, generando oportunidades reales en distintas regiones del mundo.
Por último, el pronunciamiento abordó las acusaciones sobre ciberataques y espionaje, señalando que “todo el mundo sabe que EE.UU. es el mayor origen de ciberataques del mundo y el imperio de hackeos”. La embajada acusó a Washington de realizar escuchas y vigilancia masiva en la región durante años y calificó sus críticas como un caso claro de “el ladrón juzga por su condición”.
El pronunciamiento marca un nuevo capítulo en la creciente tensión diplomática entre las dos potencias dentro del contexto latinoamericano, donde ambos países disputan espacios de influencia económica y política.