Consideran que alerta emitida por Estados Unidos afectará al golpeado sector del turismo en Panamá

De lamentable y serio catalogó el presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, Ernesto Orillac, la alerta emitida por Estados Unidos, para que sus ciudadanos no viajen al país por el nivel de contagios de COVID-19 y de delincuencia en algunos sitios en específico.

Para Orillac, es correcto lo realizado por la canciller Erika Mouynes, quien pidió al embajador de Panamá en Washington, que presente formal solicitud al Departamento de Estado, para que sustente o explique las razones por la cual se ha colocado a Panamá en estos niveles.

“Esto debe verificarse porque en temas de salud estamos mucho mejores que otros en Latinoamérica, sin embargo, nos han metido en esa lista como otros más y es otro golpe más que le dan a la industria”, sostuvo.

De acuerdo con el empresario, esto se suma a las medidas de toque de queda y restricción de movilidad de domingos, que los están afectando fuertemente y en donde están en juego no solo una gran cantidad de empleos, sino también familias que viven directa o indirectamente de este sector, que probablemente es el que mayor aporta a la economía del país.

Explicó que el turismo demora un tiempo en recuperarse y se tiene proyectado por meses y no por años. “Cuando nosotros organizamos con operadores internacionales estos arman sus catálogos y sus ventas para los próximos tres a seis meses, por lo que no se puede tener un país que hoy está abierto y que mañana te cierran por una u otra razón”.

Para el 2021, proyectaban que tendrían una recuperación entre 40 a 50% de lo que habían tenido en 2019, pero los números no se están dando, pues al día de hoy la ocupación hotelera si estuvieran todos abiertos rondaría en menos del 10%, lo que es casi nada.

Orillac dijo que el número de visitantes más importantes es precisamente de Estados Unidos, pero la región más importante de ingreso de visitantes es Suramérica que está cerrada en una cuarentena de tres días.

A su juicio, Panamá tiene las restricciones más severas que cualquier destino de la región y esto los está afectando y prácticamente llevando al cierre a una gran cantidad de empresas.

Tomó como ejemplo a países como Costa Rica y República Dominicana, que han abierto su oferta de turismo, usándolo como un vehículo de recuperación económica, por lo que en Panamá también las autoridades tienen que hacer "un giro de timón".