Crisis ambiental y social en Darién: Autoridades piden apoyo internacional para descontaminación urgente
Uno de los puntos centrales del conversatorio fue la urgente necesidad de implementar un plan integral de descontaminación en Darién, especialmente en los ríos y zonas selváticas que han resultado gravemente afectadas por los desechos dejados durante el paso de miles de migrantes.
Durante un conversatorio celebrado en la Cancillería de la República de Panamá, autoridades gubernamentales abordaron la alarmante situación ambiental en la provincia de Darién, consecuencia directa del flujo masivo de migrantes por esta ruta selvática en los últimos años.
El encuentro reunió a representantes de varias entidades, quienes discutieron no solo los daños ecológicos causados por los residuos tóxicos, sino también los problemas socioeconómicos que afectan a las comunidades locales.
Uno de los puntos centrales del conversatorio fue la urgente necesidad de implementar un plan integral de descontaminación en Darién, especialmente en los ríos y zonas selváticas que han resultado gravemente afectadas por los desechos dejados durante el paso de miles de migrantes.
El vicecanciller Carlos Hoyos destacó la magnitud del daño ambiental y subrayó la importancia de contar con respaldo internacional para enfrentar esta crisis. En ese sentido, el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, coincidió en la urgencia del proyecto, señalando que se trata de una tarea que no puede esperar.
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Por su parte, el viceministro de Asuntos Multilaterales, Carlos Guevara Mann, puntualizó que, aunque el flujo de migrantes ha disminuido considerablemente, los residuos permanecen.
“Afortunadamente, la migración irregular se ha reducido a números ínfimos, pero los residuos permanecen. El plástico no se degrada, no desaparece hasta pasados cientos de años. Debemos tomar acción urgente en la selva del Darién”, advirtió.
Además del aspecto ambiental, el conversatorio abordó las graves repercusiones socioeconómicas que ha sufrido la región. Algunas comunidades, con poblaciones de apenas 400 habitantes, llegaron a recibir hasta 5 mil migrantes por día, alterando completamente el tejido social y los recursos disponibles en estas zonas rurales.
Actualmente, con los flujos migratorios redirigidos hacia otras rutas, las autoridades buscan no solo restaurar el entorno natural, sino también rehabilitar la vida comunitaria y económica de una provincia que fue profundamente transformada por la crisis migratoria.
Con información de Yenny Caballero
