Defensa personal: Conozca cómo puede reaccionar para enfrentar la inseguridad urbana
Los especialistas recuerdan que en la calle los ciudadanos están expuestos a riesgos como robos, agresiones y riñas, y que conocer medidas básicas —evitación de zonas solitarias, atención al entorno, uso de rutas seguras y comunicación— ayuda a caminar con mayor seguridad.
Ciudad de Panamá, Panamá/Las técnicas de defensa personal que pueden aplicarse en la vía pública son variadas, pero su objetivo principal es siempre el mismo: permitir que la víctima se proteja y pueda escapar de una situación de riesgo.
Para quienes trabajan en el tema, la defensa personal femenina trasciende lo físico; es también un acto de empoderamiento y autovaloración. Así lo sostiene Ingrid Hernández, instructora de defensa personal, quien desde hace cuatro años practica defensa personal y asegura que, aunque aún no ha tenido que emplear las técnicas en una agresión real, la preparación le da confianza y tranquilidad.
“Si llegas a estar en una situación de esa que, Dios no lo quiera, tú sientas que puedes salir adelante, hacer algo, no dejarte lastimar. Si tu vida depende de eso, que puedas realizar todo lo que sea necesario para poder salir y sobre todo si están algún familiar contigo, están con sus hijos, que puedan hacer algo y no quedarse simplemente gritando”, dijo.
Para ella, como para muchos practicantes, la meta no es pelear, sino generar las condiciones para huir y ponerse a salvo. Los especialistas recuerdan que en la calle los ciudadanos están expuestos a riesgos como robos, agresiones y riñas, y que conocer medidas básicas —evitación de zonas solitarias, atención al entorno, uso de rutas seguras y comunicación— ayuda a caminar con mayor seguridad.
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Además, objetos cotidianos como llaves, el teléfono o una cartera pueden servir en una emergencia para distraer o ganar tiempo, pero los instructores insisten en que lo más efectivo es la prevención y la salida rápida de la escena.
Benjamín Rosas, miembro del grupo Elite Krav Maga, señala que las lecciones abarcan desde la postura y la voz hasta la conciencia situacional. A la vez, destaca que cualquier maniobra debe ser aprendida y practicada con profesionales. Los formadores suelen recomendar priorizar la desescalada y evitar la confrontación cuando sea posible.
Si la amenaza es inminente, la instrucción básica es intentar desorientar al agresor el tiempo suficiente para huir y buscar ayuda. En ese sentido, la capacitación regular y la práctica bajo supervisión son claves para actuar con mayor seguridad y eficacia.
Quienes practican defensa personal coinciden en un punto: la técnica es solo una parte. La confianza, la preparación mental y el conocimiento de recursos de apoyo —números de emergencia, rutas seguras y redes comunitarias— suelen marcar la diferencia en situaciones reales. Por eso, además de ejercicios físicos, muchos talleres incluyen simulacros, recomendaciones de autoprotección y pautas para la prevención.
En definitiva, la defensa personal se presenta como una herramienta integral: ayuda a reducir la vulnerabilidad en espacios públicos, refuerza la autoestima y ofrece a las personas, sobre todo a las mujeres, recursos prácticos y psicológicos para afrontar situaciones de riesgo. No obstante, los expertos recuerdan que el objetivo último siempre debe ser evitar la violencia y resguardar la vida.
Con información de Hellen Concepción