Repetición: Jelou!
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“Este estallido social no es una sorpresa”, así lo aseguró la politóloga Claire Nevache, que enumeró las señales de descontento en los últimos meses dentro de la población, como las protestas en contra de las reformas constitucionales, el levantamiento de los trabajadores de la mesa de diálogo por la Caja de Seguro Social, las protestas en Colón, entre otras que advertían lo que se venía cocinando.
Para Nevache, existen cuatro crisis, la primera es la de la desigualdad, pues Panamá es un país que más crece económicamente, un país de renta alta, lo que significa que se produce riqueza, pero que están mal repartidas.
“El ingreso del 10 % de los más ricos del país es casi trece veces superior al del 40 % más pobre, es decir un nivel de desigualdad que podríamos calificar prácticamente de indecente y eso la gente lo siente y lo reciente”
La inflación ha empeorado la situación de desigualdad, indicó la politóloga.
Agregó que para quienes tienen más dinero y ahorran una parte significativa de sus ingresos, lo que significa la inflación es que van a ahorrar menos o dejarán de ahorrar, pero sus gastos para su vida cotidiana no se verán afectados.
No obstante, para aquellos que apenas tienen para sobrevivir, la inflación sí va a afectar directamente su presupuesto de alimentación, transporte y vivienda.
Otra crisis que señaló es la de confianza, debido a que casi todas las instituciones del Estado tienen una desconfianza muy alta, pero también la tienen los sindicatos, los medios de comunicación, bancos y empresas. Mientras que la Iglesia católica es la que más confianza de la población tiene, sin embargo, esa confianza también ha disminuido mucho, por lo que hay que saber leer el matiz de este resultado.
Destacó que la confianza sobre la iglesia depende de los grupos sociales, y los grupos sociales que menos tienen acceso a bienes y servicios son los que menos confían en la Iglesia católica, debido a que es una religión plebiscitada por las clases más altas del país.
“Realmente tenemos un facilitador que tampoco está generando la confianza necesaria para poder manejar un diálogo en el país y hacer de mediador en el conflicto”
También mencionó que hay una crisis en el sistema de negociación colectiva a través de diálogo, mesas, pactos y cada vez vemos que funcionan menos. Recordando que los trabajadores se levantaron de la mesa de negociación por la CSS y no existe confianza en el Pacto por el Bicentenario.
Dijo que hay que buscar otras formas de negociar los problemas del país y quizás olvidar la idea de que hay que llegar a consenso, porque cuando hay muchos intereses de por medio es difícil llegar a los acuerdos que se necesitan.
Y por último, mencionó que hay una crisis de probidad, indicando que la corrupción y el mal uso de los fondos públicos es evidente. Sin embargo, manifestó que este no es un tema exclusivo del sector público, sino privado porque la ilusión fiscal representa el 4 % del Producto Interno Bruto, lo que hace que se pierda recursos por vías legales e ilegales.
Esto genera una quinta crisis que es la de recursos públicos, señalando que no se está congelando el precio del combustible, sino que se está subsidiando porque las gasolineras siguen teniendo el precio comercial y el gobierno asume la diferencia, sin saber de dónde van a salir los fondos.
Destacó que el nivel de recaudación ha disminuido del 17% a menos del 13% en los últimos años y esto no significa que haya que pagar más impuestos, porque es un país que genera muchas riquezas, pero si no se recauda el dinero para políticas contra cíclicas difícilmente se solucionarán los problemas sociales.
Nevache resaltó que el sistema impositivo y la enorme ilusión fiscal, la clase media asalariada es la que está cargando con todo el presupuesto Estatal y eso está pesando sobre el poder adquisitivo.
Esta disminución en los ingresos los ha llevado a atender sus necesidades en el sistema público de educación, atender su salud en el servicio público y han tenido que dejar de usar sus autos porque la gasolina está cara.
Dijo que lo que pasa con el sistema educativo no se puede dejar de relacionar con el tema de las planillas.
Sobre los subsidios, Nevache dijo que sin ellos el nivel de desigualdad fuera peor, el nivel de desesperación y de gente en la calle sería peor, por lo que absolutamente necesarios. Además, Panamá fue el país que menos invirtió en gasto social durante la pandemia en Latinoamérica, o sea, que el bono solidario fue mínimo comparado con lo que hicieron otros países de la región.