El Estado tiene una deuda con hijos de mujeres asesinadas por sus parejas

Mujeres asesinadas en Panamá

La violencia doméstica es el primer delito de mayor incidencia en Panamá.

La incidencia en casos de violencia doméstica a nivel nacional es resultado de la falta de interés del Estado que se hace de la vista gorda ante la alta cifra de mujeres que están siendo violentadas y en el peor de los casos terminan asesinadas, según consideró la abogada y presidenta de la Fundación Vida Mujer, Suky Yard.

Según Yard, Panamá sigue siendo un país reactivo y no preventivo en materia de violencia doméstica. Aseguró que no existe una conciencia del problema que se enfrenta y no se trabaja en políticas públicas.

De 10 mujeres que son asesinadas, 8 son asesinadas frente a sus hijos y siempre es la misma pregunta ¿El Estado panameño les debe a esos niños? Porque son los hijos olvidados, nadie les da seguimiento a esos menores de edad, nadie les brinda ayuda psicológica, el Estado los olvida por completo”, destacó.

Indicó que existe una falla en la implementación de políticas públicas en materia de prevención, señalando que la Ley de Femicidios le da a cada institución responsabilidad, obligaciones y compromisos, pero no se ve al Ministerio de Educación con planes de prevención.

Lamentó que algunas instituciones fundamentales, que protegen los derechos de las personas sean politizadas, porque es necesario que se ejecuten las leyes.

Yard destacó que en el interior del país se dan actos que no deben cometerse, pero no se falla en derecho porque las personas se conocen.

Gas pimienta

Agregó que entregar un gas pimienta a las mujeres para que se defiendan es transpolar la responsabilidad que tiene del Estado de salvaguardar y proteger además de que el hecho de que una mujer se defienda con un gas pimienta puede provocar la ira en el abusador, por lo que considera que esa no es una política de prevención.

Yard explicó que, en caso de violencia, es el agresor quien debe ser desalojado de la vivienda. Aclaró que la violencia doméstica tal como los dice el Código Penal no es solo la violencia entre los conyugues, sino la violencia en el núcleo familiar.

Sobre el caso de la mujer que murió luego de ser quemada por su pareja en La Chorrera, Yard aseguró que la víctima tenía tres denuncias contra su agresor, pidió ayuda y nunca la recibió, teniendo el triste final que ya todos conocen.

“No hubo manera, no hubo una medida de protección que pudiera salvar a Karen. Si bien es cierto obtuvimos condena por los diversos delitos, a mí me hubiesen gustado muchos años más”, aseveró.

Recalcó que las hijas de Karen han quedado desprotegidas y son sus familiares quienes están luchando para sacarlas adelante, es por eso que el Estado panameño tiene una deuda con los menores que ven como asesinan a sus madres.

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