Exdirector de la Unesco plantea retos de la educación superior en América Latina
Establecer una radiografía del nivel académico de la generación joven del siglo XXI representa para el exdirector general Adjunto de Educación de La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), John Daniel, "una falta de concordancia entre el interés que tengan por aprovechar las oportunidades que le ofrece la educación superior, y las demandas laborales que tienen que enfrentar".
Daniel expuso esta realidad en contexto durante la conferencia magistral que dictódespués de la inauguración del Foro de Rectores, tomando en cuenta un estudio que publicó el diario estadounidense The Economist: "estamos frente a una generación de jóvenes sin empleo, son cerca de 300 millones que no están activos laboralmente y tampoco están buscando entrenamiento profesional".
Para Daniel la situación es preocupante. Se trata de una nueva generación que está convencidade que "obtener un diploma universitario no significa un pasaporte al éxito".
Los jóvenes se distancian de los estudios universitarios porque es muy costoso, prefieren recibir tutorías, el aprendizaje en línea.
El problema medular que plantea Danieles que sin importar que la educación que reciban sea presencial o informal,no existe ningún tipo de modelo a seguir, y ante la falta de capacitación, los jóvenes no pueden satisfacer la demanda laboral en ciertas áreas del saber humano.
Un dilema que insiste se da porque "nuestras universidades no están capacitadas para el siglo XXI", una realidad que asegura "cambia de país en país".
Al final destaca Daniel las nuevas generaciones están viviendo un mundo de barrerras internacionales y una de ellas, son los subsidios para que puedan estudiar, una movilidad internacional que asegura es vital para garantizar la capacitación académica de los estudiantes.
Para el logro de este fin el experto plantea que "debemos irnos hacia arriba, hacia la misma sociedad, porque son nuestras comunidades las que no están preparadas, capacitadas para los retos educativos del siglo XXI".
La pregunta clave debería ser: ¿Es su universidad apta para el siglo XXI? para ello, cada país tiene que hacer un alto, reflexionar y establecer un compromiso para impulsar y atraer a los jóvenes hacia la educación superior.
Daniel insistió en su conferencia magistral con el mismo problema: "La educacion superior es un bien público y el gobierno otorga subsidios muy agudos".