Noticiero M.D.
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El jaguar forma parte de la fauna silvestre que habita en todo el territorio panameño. Este felino es una especie protegida en el y desempeña un papel fundamental en el equilibrio del ecosistema.
Ricardo Moreno, presidente de la Fundación Yaguará, destacó que la declaración del Día Nacional de los Felinos Silvestres busca sensibilizar a la población sobre la importancia de estos animales para la biodiversidad y la propia existencia humana.
Seis especies de felinos silvestres habitan en Panamá: El jaguar es el más grande, seguido por el puma. Luego están el manigordo u ocelote; el jaguarundi, un felino de hábitos diurnos con pelaje oscuro o grisáceo; el margay o tigrillo, conocido como el "trapecista" por su habilidad para moverse entre los árboles y girar sus patas hasta 380 grados; y, finalmente, la oncilla, la más pequeña de todas, que se encuentra principalmente en tierras altas.
Sobre la pérdida de hábitat, Moreno explicó que el territorio de Panamá es relativamente pequeño en comparación con Colombia, México o Brasil. Además, el avance de la frontera ganadera, la expansión agrícola, el crecimiento urbano y los proyectos a gran escala han fragmentado ecosistemas clave en diversas regiones del país.
Para hacer frente a esta situación, la Fundación Yaguará trabaja en conjunto con el Ministerio de Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un proyecto denominado GUEV-7 Jaguars de Panamá. A través de esta iniciativa, han llevado a cabo estudios y análisis espaciales en el 38% del territorio nacional.
Según Moreno, estos estudios abarcan desde el Parque Nacional Soberanía, en la cuenca del Canal de Panamá, hasta la frontera con Colombia, en Darién. Además, han instalado nueve polígonos de cámaras trampa que cubren 141 mil hectáreas, permitiendo identificar la biodiversidad existente en el país.
“Tenemos una buena población de jaguares”, afirmó Moreno, aunque advirtió que la situación debe analizarse con cautela. Explicó que, aunque genéticamente están en buen estado, la población es frágil.
Expresó su preocupación por la caza ilegal de jaguares, que se reporta casi todas las semanas. Mencionó el caso de un jaguar con collar GPS monitoreado en Darién, el cual ha desaparecido y actualmente se investiga su paradero.
Para mitigar estos conflictos, la Fundación Yaguará trabaja directamente con productores y ganaderos, implementando planes de manejo de fincas para reducir los enfrentamientos entre humanos y jaguares.
"Nosotros tenemos la capacidad de cambiar las cosas. Somos la única especie con un cerebro pensante y podemos generar tanto impactos negativos como positivos. En este caso, debemos apostar por lo positivo", enfatizó Moreno.
A partir de los estudios con cámaras trampa, se ha determinado una población preliminar de 271 jaguares en el país.
Moreno también indicó que la población de ocelotes es ligeramente mayor que la de los jaguares, mientras que la de jaguarundis y pumas es menor. En cuanto a la oncilla, su registro es más complejo, ya que se trata de una especie difícil de encontrar en su hábitat de tierras altas.