Guillermo Márquez Amado aspira ocupar alguna de las vacantes en la CSJ
La Comisión del Pacto de Estado por la Justicia, llevó a cabo este miércoles 25 de noviembre, el tercer día de entrevistas a los aspirantes preseleccionados para magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
A las 8:00 a.m., le correspondió al exmagistrado del Tribunal Electoral (TE) en 1990, Guillermo Márquez Amado, responder a los cuestionamientos de la Comisión del Pacto de Estado por la Justicia, al ser uno de los aspirantes a ocupar alguna de las dos vacantes a magistrado de la CSJ a partir del 2 de enero de 2016.
Márquez Amado, con más de 25 años de experiencia en materia civil, señaló de manera enfática que no guarda relación con ninguna de las altas esferas en el país: “no tengo relación con nadie del Gabinete, ni de los Órganos del Estado”.
El doctor en derecho y ciencias políticas, manifestó que dedicó gran parte de sus estudios al derecho comercial, por lo que considera que no hay ningún abogado que tenga un pleno conocimiento en las materias de derecho, por lo que “tenemos que estar aprendiendo todo el tiempo hasta el último día de la vida”.
Según el jurista, se deben promover principios y códigos de conductas a lo interno de la CSJ, que permitan llevar la justicia al pedestal que se merece.
“En la CSJ yo estoy seguro que se puede hacer un trabajo profundo, porque la sociedad demanda que la justicia mejore, para tomar mejores decisiones. Si no se puede remozar para reconstruir, habrá que destruir, para construir”, señaló directamente ante la mala percepción que enfrenta la mayor corporación de administración de justicia.
Relación con Martinelli
Uno de los miembros de la Comisión del Pacto de Estado por la Justicia, le pregunto a Márquez Amado, sobre la supuesta relación que mantiene con el expresidente Ricardo Martinelli, al estudiar juntos durante el tiempo de colegiatura, a lo cual el exmagistrado del TE, señaló:
“Si Ricardo Martinelli, se quiere dar el clavo de decir que fue compañero mío, pues estuvo dos años por debajo de mí y sigue estando por debajo en otros aspectos”, negando cualquier vinculación entre ambos.
“La justicia está convertida en una ramera a los ojos del pueblo y tenemos que construir una justicia que sea edificante y un orgullo para los panameños”, considera el abogado.