Juegos populares en el olvido
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Son juegos de mesa que no han escapado al avance de los medios electrónicos. Hoy podemos encontrar bingo, dominó y hasta juegos de cartas manera virtual. Sin embargo, hay un sector de la población que se resiste a verlos partir y de ninguna manera están dispuestos a perder la interacción social que genera por ejemplo el canto de un bingo, este es el caso del club edad 3 de Betania, que todos los jueves juegan bingo.
Durante la pandemia los juegos de cartas, dominó y el popular bingo procuraron una distracción en momentos en que debíamos mantenernos en el claustro del hogar por las limitaciones de movilidad, en medio de los toques de queda, se podía escuchar a lo interno de las casas el grito de victoria ¡BINGO! y de inmediato era de conocimiento público.
Lo más curioso del juego de bingo en Panamá es que cada número se canta con un nombre específico o haciendo referencia a un contexto cultural de los jugadores, por ejemplo el 11 puede ser cantado como ¡LAS CANILLAS! o el 13 como ¡LA MALA PALABRA! y el 69 como ¡por arriba y por abajo! Esto puede cambiar de acuerdo a la región o provincia donde se juega el bingo.
De hecho el bingo es una institución en Panamá, los Bingos Nacionales, que desde 1972 son reconocidos por la Constitución de esa época. Hoy son una fuente de ingreso del Estado sólo el año pasado generaron 197 mil dólares en ganancia a la bolsa estatal, en medio de las limitaciones que la pandemia.
El dominó es otra forma de cohesión social y con cada ficha en la mesa se va tejiendo un camino que los amantes de este juego se resisten a dejar en el olvido, visitamos el “Parque de los Aburridos” donde personajes como Roberto Escobar Pedrosa nos cuenta que juega domino desde niño y siempre asiste al parque en busca de un rato de distracción e intercambio de anécdotas con sus amigos.
Hoy este parque, cuyo nombre verdadero es Antonio Gordón, es visitado como parada obligatoria para los turistas, entre los que encontramos a un grupo de jóvenes de varios países con su guía Víctor Pérez junto a la promotora Yasid D'angelo quienes ven el potencial de la idiosincrasia chorrillera como potencial y los turistas que acompañaban estaban fascinados con el juego de dominó, así como las múltiple anécdotas.
Así es nuestro domino es reconocido a nivel internacional y este lugar no encuentra justicia en el nombre que se le ha dado ya que aquí nadie se aburre, con este juego que llegó al istmo con los primeros migrantes chinos y posteriormente con los norteamericanos.
Entre otras actividades lúdicas muy ligadas a nuestros entornos sociales están los cartas juegos de cartas, que según la conocedora de tradiciones populares, Efdilma “Tuty” Gónzález ayudan a distraer la mente entre un cliente y otro que llegan a sus restaurante.
Para los especialistas este tipo de juegos son fundamentales para devolver a los diferentes grupos sociales esa cohesión disminuida por la pandemia. Así lo reconoce la estudiante de gerontología Teresilla Scarpeta de UDELAS.
Algo que descubrimos fue que el Bingo tiene un arraigo histórico con nuestras comunidades afro ya que las logias y las comunidades realizaban juegos para recaudar fondos que permitieran resolver necesidades comunitarias o individuales como un sepelio, alimentación de necesitados, pago de un viaje a estudiantes entre otras.
Definitivamente que no se trata únicamente del componente apuesta en cada una de estas actividades y mientras haya un relevo generacional que parte de la inducción en casa seguirán de generación en generación.