Autoridades advierten repunte de malaria en Panamá: Cambio climático es uno de los factores determinantes
Minsa realiza búsqueda activa de casos de malaria y refuerza diagnóstico rápido en zonas rurales.
En el marco del Día de la Malaria en las Américas, Carmen Pérez, jefa del Departamento de Control de Vectores del Ministerio de Salud (Minsa), alertó sobre el repunte sostenido de casos de malaria en Panamá, una enfermedad que, aunque muchos pensaban controlada, ha vuelto a aumentar en todo el país.
“La malaria es una enfermedad parasitaria transmitida por el mosquito anófeles”, explicó Pérez. Detalló que, al ser Panamá un país tropical donde el ser humano vive en el entorno natural del mosquito, su control es difícil, ya que “el ser humano se adentra en el hábitat natural del vector” y no se puede destruir la selva.
La funcionaria del Minsa indicó que desde 2018 se ha observado un aumento sostenido de casos tanto en Panamá como en toda la región de las Américas. “Países vecinos como Costa Rica, Colombia, Nicaragua, Perú, Brasil y Venezuela también han reportado incrementos”, señaló.
Recordó que en 2023 Panamá declaró una alerta epidemiológica por el alza de casos, los cuales eran mucho más allá de lo esperado, producto de diversos factores que influyeron en la transmisión.
Cambio climático y movilidad humana
Entre las causas del repunte, Pérez mencionó el cambio climático, que ha modificado el comportamiento del mosquito, y el aumento de las lluvias, que genera más criaderos. Dijo que otro factor determinante es la movilidad humana, tanto interna como externa.
Explicó que la facilidad actual para desplazarse dentro del país ha influido en la permanencia de la transmisión: “Hoy en día puedo moverme de la frontera con Colombia a la frontera con Costa Rica en menos de tres horas. Si estoy infectado, llevo el parásito y solo necesito el vector para continuar la cadena de transmisión”.
Consultada sobre si la migración internacional también incidió, Pérez reconoció que sí, aunque aclaró que en Panamá la movilidad interna ha sido más crucial.
“La migración externa influyó en que enfermedades como la malaria se reportaran en países donde normalmente no existían casos, como México o el sur de Estados Unidos”, detalló.
Incremento alarmante
Según cifras del Minsa, los casos de malaria en el país desde 2019 han avanzado de manera rápida, pues en 2019 se reportaron 1,968 casos, en 2020 los casos subieron a 2,211 casos y en 2021 a 4,363.
De igual manera, para el año 2022 las cifras siguieron en aumento, pues registraron 7,168 casos; para 2023 los casos continuaron en aumento con 11,697 casos, mientras que en 2024 las cifras ya alzaban los 15,109 casos y en lo que va de 2025, es decir, hasta el pasado 11 de octubre, se han reportado 9,133 casos.
La funcionaria reiteró que la malaria es una enfermedad multifactorial, y aunque el mosquito es el vector, la interrupción de la transmisión depende también del comportamiento humano. Reconoció que ningún Ministerio de Salud en el mundo tiene suficientes recursos humanos para llegar a todas las áreas donde vive el mosquito.
Por eso, añadió que el Minsa está implementando una estrategia basada en agentes comunitarios voluntarios, siguiendo experiencias exitosas recomendadas por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
“Estamos apostando por agentes comunitarios formados en diagnóstico y tratamiento oportuno en zonas de difícil acceso”, afirmó Pérez.
Destacó que el pilar fundamental del control de la malaria es la participación ciudadana, y que la sostenibilidad depende de que las comunidades se empoderen. “Como en todas las enfermedades transmitidas por vectores, requerimos que la gente participe con nosotros”, insistió.
Cuatro fallecimientos en 2025
Pérez mencionó que algunas personas confunden los criaderos del mosquito transmisor de malaria con los del dengue. Por lo que aclaró que, aunque ambos son transmitidos por mosquitos, son enfermedades distintas: “El dengue es viral y urbano; la malaria es parasitaria y rural. El dengue no tiene cura, pero la malaria sí”.
Sin embargo, reconoció que este año la enfermedad ya ha causado cuatro muertes en el país. “Llevamos oficialmente cuatro defunciones asociadas a malaria: dos en Panamá Este, una en Veraguas y una en la región metropolitana”, detalló.
La doctora hizo un llamado urgente a la población: “Ante cualquier síntoma como fiebre, dolor de cabeza, malestar general, vómitos o náuseas, si vive en áreas endémicas, Panamá Este, Darién, Guna Yala, norte de Veraguas o la comarca Ngäbe Buglé, acuda al centro de salud o contacte al técnico de control de vectores", recomendó. De igual manera, subrayó que la malaria es una enfermedad tratable y curable, pero requiere diagnóstico temprano.
Búsqueda activa y tratamiento inmediato
Sobre las medidas de aislamiento o cuarentena comunitaria, la funcionaria explicó que no se implementan restricciones masivas. Dijo que el enfoque del Minsa es una búsqueda reactiva alrededor del caso o fallecimiento: “Se intensifican las pruebas de diagnóstico rápido para detectar a personas asintomáticas con el parásito en sangre y se les brinda tratamiento para lograr la cura definitiva”.
También explicó que, a diferencia del dengue, los técnicos del Minsapueden realizar diagnósticos y aplicar tratamientos en el hogar del paciente.
“En las áreas donde no hay técnicos, los agentes comunitarios hacen la prueba y comienzan el tratamiento. Si el paciente no mejora, se refiere al centro de salud”, detalló.
La funcionaria reiteró que eliminar criaderos sigue siendo fundamental, incluso en zonas rurales, y que la prevención comienza en casa. “Aunque viva en área rural, observe su entorno y evite ser víctima de estos pequeños insectos que tanto daño causan”, insistió.