Tragedia en Gualaca pone en la palestra pública la seguridad de traslados de migrantes

La tragedia ocurrida en Gualaca, donde 41 migrantes de diferentes nacionalidades murieron, luego de que el autobús en que viajaban se saliera de la vía, ha puesto los focos sobre cómo, y bajo qué medidas de seguridad se hacen estos traslados.

De acuerdo con Noriega, el Estado no puede deslindarse de lo sucedido, indicando que este es un servicio privado, por lo que tendrá que dar respuestas de cómo se contrató la cooperativa, si hay o no contratos, señalando que existe mucha opacidad.

Lamentó que ahora el nombre del país haya ocupado los titulares de todo el mundo por una tragedia innecesaria.

Recalcó que, en las calles de Panamá, sobre todo en Panamá Norte, Panamá Oeste, Santiago y David, hay gran cantidad de migrantes vendiendo dulces, pidiendo dinero o trabajando por una paga mínima con el fin de recoger dinero para seguir su camino hacia Estados Unidos, todo esto ante la indiferencia, desidia y opacidad del Estado.

Noriega considera que lo que hace el Estado, lejos de resolver el problema, lo que está haciendo es gerenciar la llegada de migrantes a Estados Unidos, si son terroristas o si son delincuentes, pero de allí más nada, igual que pasa con el narcotráfico.