Panamá fortalece su lucha contra la trata de personas con nuevas leyes y cooperación regional
Carlos Pérez, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, destaca avances en políticas públicas, riesgos en contextos migratorios y la importancia de la educación y denuncia ciudadana.
Ciudad de Panamá/Con motivo del Día Mundial contra la Trata, conmemorado el 30 de julio, Carlos Pérez, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), compartió con Noticias AM un balance sobre el combate a este delito en Panamá.
Más de 50 millones de personas en el mundo son víctimas de trata, según datos globales, aunque muchos casos permanecen ocultos por falta de denuncia o conciencia.
Panamá ha fortalecido su marco legal y operativo en los últimos años. La entrada en vigencia de la Ley 458 de diciembre de 2024 representa un avance clave, al endurecer sanciones y ampliar la definición de trata.
Además, el país cuenta con una fiscalía especializada, una oficina técnica en el Ministerio de Seguridad Pública y alianzas estratégicas con Costa Rica, Guatemala y El Salvador para combatir redes transnacionales.
La trata no se limita a la explotación sexual: el 42% de los casos globales corresponden a trabajo forzado, según la ONUDD. En Panamá y la región, mujeres y niñas representan el 61% de las víctimas, y en Centroamérica y el Caribe, el 52% son menores de edad. Pérez destacó la necesidad de campañas educativas en escuelas, familias y comunidades para prevenir reclutamientos bajo falsas promesas de empleo o migración segura.
Recomendaciones clave para prevenir
La ONUDD recomienda a la ciudadanía:
- No entregar documentos personales a empleadores o intermediarios.
- Desconfiar de ofertas laborales con sueldos excesivamente altos o procesos poco claros.
- Evitar entrevistas con preguntas invasivas o que exijan ropa inapropiada.
- Mantener contacto con consulados panameños en el extranjero.
- Educar a jóvenes y migrantes sobre los riesgos de caer en redes de explotación.
“El delincuente aprovecha los sueños de quienes buscan una vida mejor”, advirtió Pérez.
La trata puede ocurrir incluso en entornos domésticos o familiares. Casos de personas indígenas o migrantes sometidas a trabajo forzoso sin remuneración configuran delito si hay captación, transporte y limitación de libertad. La retención de documentos es un indicador crítico: genera dependencia y miedo a denunciar.
Impacto de la crisis migratoria
Los flujos migratorios masivos en la región aumentan la exposición de personas vulnerables. Muchas víctimas viajan sin ser identificadas dentro de estos movimientos. Panamá ha reforzado los controles en fronteras, especialmente en zonas de alto tránsito, con capacitación a fuerzas de seguridad para detectar señales de explotación.
“Este delito es una de las formas más graves de crimen organizado del siglo XXI”, afirmó Pérez. Instó a la población a estar alerta, reconocer señales y denunciar oportunamente. “Cada ciudadano puede romper el silencio y ayudar a liberar a una víctima”.
El Día Mundial contra la Trata es una oportunidad para reforzar el compromiso colectivo con los derechos humanos y la justicia.