Surgen reacciones luego que Panamá decidiera participar en pruebas PISA

A los estudiantes de Panamá se les volverá a realizar la prueba PISA. Diversos sectores reaccionaron ante esta decisión del Ministerio de Educación (Meduca).

El anuncio lo realizó la ministra de Educación, Marcela Paredes de Vásquez.

“Del 11 de junio al 3 de agosto se va a estar aplicando PISA. Recordemos que es una muestra de país, entendemos que son más de 6 mil estudiantes”, declaró Paredes.

La prueba PISA tiene 9 años de no realizarse en Panamá. Se aplica a estudiantes de 15 años de edad y se miden las competencias académicas en Ciencias Naturales, Matemáticas y Lectura Comprensiva.

Desde la empresa privada consideran que la decisión es muy acertada.

“Sabemos que hay deficiencias en el sistema educativo, pero todos estamos de acuerdo en que queremos mejorarlo. Y la única forma de mejorarlo es saber dónde estamos, para saber hacia donde tenemos que ir”, apuntó el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Severo Sousa.

Otros sectores están convencidos que para elevar la competitividad académica de los estudiantes se tiene que invertir más en la educación.

“El problema de las pruebas PISA es que son estandarizadas. Miden el conocimiento educativo de países de primer mundo con países de América Latina donde es desigual la inversión en materia educativa. Panamá apenas está invirtiendo el 3.3% del PIB en educación, mientras Noruega invierte 7.8%”, señaló Diógenes Sánchez, de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof).

“La educación es una base fundamental para mejorar la competitividad del país. Por eso se han hecho inversiones importantes, como Panamá Bilingüe”, destacó el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De la Guardia.

Además de la prueba PISA, también se aplicará en Panamá un plan piloto de modelo LLECE, que también aportará información sobre la calidad educativa del país.

“Es la comparación que hacemos con países de América Latina”, detalló Sánchez.

Tanto la prueba PISA, como LLECE, contribuirán a medir no solo el nivel académico con nuestros estudiantes. Además permitirá la revisión de prácticas educativas y mejorar las políticas públicas que puedan mejorar nuestro sistema educativo.