Noticiero A.M.
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Ciudad de Panamá/El programa "Armas por Comida", una iniciativa que ha estado en marcha por varios años, ha sido reactivado con el apoyo de la Policía Nacional, el Ministerio de Gobierno y la Gobernación de Panamá. Este mecanismo, diseñado para sacar armas ilegales de circulación, se convierte en una herramienta clave para combatir la violencia que azota especialmente a los barrios más vulnerables de la capital.
Sin embargo, las autoridades reconocen que no todo es sencillo. A pesar de que el programa ha sido bien recibido por la comunidad, la falta de participación de los jóvenes sigue siendo una preocupación. En muchos casos, son los adultos mayores los que, conscientes del peligro, deciden entregar las armas de fuego para proteger a sus seres queridos y evitar tragedias mayores.
Así lo indicaron Gabriel Martino, coordinador del programa, y Omar Pinto, director de Armamento de la Policía Nacional.
Martino informó que, durante los primeros días de ejecución, se lograron retirar 536 armas, tanto cortas como largas, de las calles de las ciudades de Panamá y Colón, junto con más de 39,000 municiones de diferentes calibres.
Uno de los aspectos más impactantes del programa es su enfoque en la confidencialidad y el acceso sin preguntas. Las personas que entregan armas no son cuestionadas sobre su identidad ni sobre el origen de las armas, lo que fomenta una participación más activa, especialmente de aquellos que viven con el temor de las consecuencias legales.
Martino enfatiza que lo importante es sacar las armas del territorio y, de esta manera, reducir la violencia y salvar vidas. “Un arma menos, una bala menos es una vida salvada”, destacó Martino.
El programa está basado en la confianza, explicó Pinto. A diferencia de otros mecanismos de control, no se investiga el origen de las armas, ni se realizan interrogatorios. El director de Armamento aseguró que esta falta de preguntas ha sido crucial para ganar la confianza de la comunidad, especialmente de las madres, abuelos y líderes comunitarios, que se han convertido en aliados clave en la entrega de armas.
Numerosos testimonios de familias que entregan las armas de sus hijos o familiares han salido a la luz. Muchas veces son abuelas, tías o pastores de iglesia quienes, con valentía, llevan las armas para que no sigan circulando en los barrios. Estas historias reflejan el profundo deseo de cambio en las familias afectadas por la violencia, que buscan poner fin al ciclo de terror.
Este jueves 20 de febrero, se llevará a cabo una nueva jornada en la Plaza Comercial Vista Alegre, en el distrito de Arraiján. La jornada se realizará entre las 8:00 a.m. y las 4:00 p.m., con la invitación a los residentes de los distritos cercanos, como San Carlos, Capira, Herrera y Chame, para que entreguen sus armas a cambio de comida y medicamentos.
Pinto subrayó que la iniciativa no solo tiene como objetivo retirar armas ilegales de circulación, sino también ayudar a las familias en situación de vulnerabilidad, proporcionándoles recursos básicos como alimentos.
El evento también abordará un tema importante: la entrega de armas con permisos vencidos. Pinto hizo énfasis en el hecho de que muchas personas, por desconocimiento o por temor a enfrentar consecuencias legales, optan por entregar armas cuyo permiso ha expirado, ya que este tipo de infracción es considerada una falta administrativa. Este es otro aspecto del programa que busca reducir la criminalidad, al eliminar no solo las armas ilegales, sino también aquellas que, aunque en regla en su momento, ya no cumplen con los estándares legales actuales.
La iniciativa fue presentada en 2023, por la ahora gobernadora de Panamá, Mayín Correa,como una opción para disminuir el flujo de armas y municiones que circula libremente en las calles y que incide significativamente en los altos índices de violencia.