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Este domingo 3 de enero en la Iglesia Evangélica de Gómez de San Andrés, en el distrito de Bugada se le dio el último adiós a Marcel Antonio Arauz, el hombre más pequeño de América, que el pasado 30 de diciembre falleció tras ser arrollado por la conductora de un auto sedan en Boquerón de Chiriquí.
Cientos de amigos, familiares, compañeros de trabajo y residentes de varios distritos de Chiriquí abarrotaron la Iglesia de Gómez, para despedir a Marcel, expresando que dejo un legado de humidad, compañerismo, amor a la vida y a la amistad.
Emotiva despedida
“Perdimos a una personas que con mucho esfuerzo logró viajar a varias parte del mundo, rechazo ser parte de espectáculos y shows en Panamá y América, por no dejar a su familia y a su comunidad”, dijo Evangelisto Lezcano, uno de los amigos de Marcel Araúz.
Luis Alberto Guerra Beitia, pastor de la Iglesia Evangélica de Gómez, en donde Marcel se había congregado desde hacía varios años, dijo que con sus gestos, su amistad y desinterés enseño a muchos a seguir adelante, pese a las dificultades.
Guerra Beitia resalto que como hombre de iglesia asistía a los cultos y ayudaba en ocasiones en la labor de propagar la palabra. “Muchos, no sólo en esta comunidad, en la provincia y el país sentimos su partida”, aseguro.
Familiares y amigos, con canticos y rezos despidieron a Marcel, el “hombre grande de Gómez de Bugaba”, como les decían, esperando que su legado sea ejemplo para muchos, especialmente los jóvenes.