'El pueblo primero' ha quedado en una promesa de campaña, según analistas

Politólogos, activistas políticos y analistas aseguraron este domingo que el presidente Juan Carlos Varela aplica estrategias “populistas” para gobernar, y que su discurso del “pueblo primero fue útil para la campaña” pero que ahora no se termina de materializar.

“Se ha utilizado el recurso de todos para dar limosnas, pero no para crear oportunidades”, dijo Horacio Icaza, del Movimiento de Independientes (Movin). Él confesó que apoyó a Varela, pero dejó ver su decepción.

El mandatario ha sido cuestionado por anunciar con vehemencia que construiría 100 mil casas “gratis para el pueblo”.

El analista Jorge Eduardo Ritter consideró que anuncios como estos forman parte de prácticas “populistas casi grotescas o burdas, que han servido para ocultar muchas veces prácticas peores como la corrupción”.

“Eso (regalar casa) es provocar pasiones, apelando a la fragilidad de la vida del que menos tiene. Los está engañando a corto plazo, porque los obliga a seguir dependiendo, y los políticos de todos los partidos saben utilizar eso bien”, agregó Icaza.

“La crisis de la institucionalidad tiene un vínculo profundo con el clientelismo y el populismo”, aseguró, por su lado, el politólogo Richard Morales.

La exdiputada Teresita de Arias cree que esa crisis está vinculada a la falta de credibilidad y confianza que vive el país. “Eso ya tiene tiempo de estar entre nosotros: todos estamos bajo sospechas, aunque hayamos intentado llevar una vida decente”.

Arias insistió también en que en estos contextos populistas, además “lo que se promete no se cumple porque ni es lo adecuado ni sabe cómo cumplirlo”. “Dos años y medio después estamos igual o incluso peor de lo que estábamos”, agregó.

Alfonso Grimaldo, director del diario digital Nueva Nación, sostiene que no hay balance al populismo y clientelismo. “Los poderes del Estado se apoyan entre ellos para esconderse, la armonía se ha convertido en un encubrimiento”, dijo, basándose en el caso Odebrecht.

Teresita de Arias cree que este escándalo no quedará impune. “Pero si gana la impunidad es porque quienes tenían que perseguirlo no lo hicieron”.

“Si no salimos victoriosos de este enfrentamiento con la corrupción veo un futuro muy incierto para este país. La corrupción no va a desaparecer, pero si hay puede haber mecanismos para que se reduzca a la mínima expresión”, agregó el economista Felipe Chapman.

Esta, insiste Horacio Icaza, de Movin, es la “oportunidad para cambiar el rumbo del país, fortalecer su institucionalidad”.

Combatir el populismo y entender que “la prosperidad no significa crecimiento”, señaló.