Amor Amargo
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Panamá/En un giro inesperado de su vida, Rony González, un joven criado en el interior de Panamá, dejó atrás su trabajo como mecánico para alistarse en el ejército ucraniano y combatir en la guerra contra Rusia.
En exclusiva con TVN Noticias, González compartió su experiencia, marcada por el peligro constante y la incertidumbre.
Vendí mi carro y muchas cosas para venir acá, más que todo como una aventura, sin saber si podría regresar con vida o si podría desempeñarme como soldado”.
Antes de partir, González trabajaba como mecánico en la mina de cobre de Donoso, en la provincia de Colón. Sin embargo, la falta de empleo lo llevó a tomar la decisión de unirse al conflicto en Ucrania.
Ya en el frente, su vida cambió drásticamente. “Éramos 60 en el frente, y a los dos días solo quedábamos 10 vivos. Es una carnicería total”, confesó con crudeza.
González describió uno de los momentos más críticos que ha vivido: “Estábamos en una misión cuando nos lanzaron dos granadas. Nos escondimos a tiempo, pero los fragmentos nos alcanzaron. Me reventaron los tímpanos, pero logré sobrevivir. Mi compañero cayó, pero yo puedo contar la historia hoy”.
A pesar de la incertidumbre y el riesgo constante, González asegura que sigue motivado. Sin embargo, no desconecta su mente de la realidad que vive Panamá y de las dificultades que enfrentan otros latinoamericanos que, como él, se han enlistado voluntariamente en esta guerra ajena.
Con información de Dario Fernández.