Incentivan a los panameños a convertirse en donantes de órganos

Cuando donar un órgano se convierte en vida / Yenny Caballero
Yenny Caballero - Periodista
22 de junio 2017 - 22:23

Cada día crece la lista de espera de pacientes que requieren un trasplante de órgano.

Karen Guzmán sufre de insuficiencia renal crónica. Desde hace 9 años estaba en lista de espera para un riñón, pero hace un año sufrió un derrame cerebral.

Detalla que en el grupo en el que se mantenía esperaban al menos 234 personas, pero ella nunca vio su nombre en una lista.

Dice que es doloroso, porque aparte de tener la enfermedad de insuficiencia renal, tiene que ver el sufrimiento de sus hijas, madre y hermanas.

Aparte de todo, saber que existe una gran cantidad de personas esperando, pero muy pocas personas deciden donar órganos.

Dice que su tarea es orientar a otras personas a que se cuiden, tomen agua y coman sano. Cuando llegue el riñón que espera, asegura, será como cuando tuvo a sus hijas en brazos por primera vez.

En Panamá se hacen 5 tipos de trasplantes: el de córnea, renal de donante vivo o fallecido, de médula ósea, de hígado y recientemente de corazón.

Para el próximo año comenzarán el programa de trasplante de huesos, tendones y también de piel.

Es importante que la familia sepa de la decisión que se toma, en cuanto a la decisión de donar órganos, para que cuando llegue el momento se respete la voluntad de la personas, dijo César Cuero, director de la Asociación Panameña de Trasplantes.

Si una persona quiere ser donante, puede hacerlo al sacar o renovar su licencia o su cédula, o a través de la Organización Panameña de Trasplante, que está armando una plataforma en redes sociales.

Las personas donantes deben ser mayores de edad y no hay límite a partir de allí.

En lista de espera están 233 pacientes por un riñón; 95 necesitan corneas; 50 médula ósea; 3 el hígado y un paciente espera un corazón.

A medida que aumenta la cantidad de donantes de órganos también crece la lista de espera de los pacientes.

La mitad de las familias dicen que no a la donación de órganos por temor, desconocimiento o por religión.

Otro caso es el de Jeremy, quien sufre de esclerocórnea bilateral, enfermedad que solo le permite distinguir colores y luces. Está en lista de espera para un trasplante de córnea.

Con solo 4 años Jeremy es un verdadero luchador, cada paso que logra es una alegría para su mamá y sus maestros.

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