Vivir con VIH Sida

En Panamá existen alrededor de 14 mil personas viviendo con VIH.
En Panamá existen alrededor de 14 mil personas viviendo con VIH. / EFE
Amalia Aguilar Nicolau
01 de diciembre 2015 - 17:26

El VIH sigue aumentando en Panamá. Los jóvenes son los más afectados. La falta de educación sobre los peligros que representan las infecciones transmitidas a través del sexo representa un grave peligro para nuestra juventud.

Todos los días dos personas mueren de sida en Panamá, afirmó el doctor Orlando Quintero, director de PROBIDSIDA en el noticiero AM de TVN. El Ministerio de Salud reporta alrededor de 14 mil personas VIH positivas desde el primer caso reportado en nuestro país en 1984 y hasta el 2014.

Aunque los más afectados siguen siendo los hombres, la población femenina ha ido en aumento en los últimos años y la tendencia en el grupo etario que más rápidamente aumenta se mantiene entre los 15 y 24 años.

Pero tal vez lo más alarmante de esta realidad es que entre 15 y 20 mil personas que viven con la enfermedad no lo saben, de acuerdo con Edith Tristán, quien está a cargo de la Unidad de VIH de la Defensoría del Pueblo.

“La falta de educación sexual de nuestro jóvenes es una de las principales razones por las cuales muchos terminan con infecciones de transmisión sexual, entre ellas VIH. Los jóvenes, aprenden sobre sexualidad con otros jóvenes. Tampoco en los hogares se habla sobre este tema”, afirmó Tristán.

El tabú que envuelve al sexo y la ausencia de campaña por parte de las autoridades agrava la situación al encontrarse cientos de personas viviendo con el VIH sin saberlo.

Esta fue la situación que vivió la propia Edith Tristán quien se enteró que era VIH positiva y que su enfermedad le fue transmitida por su esposo que desconocía la situación y a la vez a través de ella lo tuvo su hijo.

Para ella, lo más difícil fue el diagnóstico, “Cuando me percaté que mi hijo y mi esposo eran VIH positivos, creí que todos íbamos a morir. Primero murió mi hijo y luego mi esposo. Fue muy difícil para mí. Yo era ama de casa y en ese entonces, estamos hablando de principios de los 1990, había mucha desinformación y discriminación”.

La pobreza, la discriminación y la enfermedad se apoderaron de su vida. No podía trabajar y estaba atacada por enfermedades oportunista que la debilitaban y las instituciones públicas no ofrecían los medicamentos que en otros países se utilizaban para atacar al virus.

Lo que le salvó la vida fue su activismo. En 1997 luego de una fuerte neumonía por la que estuve hospitalizada durante varios meses, decidió que tenía que hacer algo y empezó a visitar a los enfermos de sida en hospitales para compartir su historia.

“Fue entonces cuando me encontré con el doctor Quintero empecé a participar en sus capacitaciones y desde entonces no he dejado de caminar y de trabajar en la sensibilización de la gente sobre este tema”.

La discriminación sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentan las personas que viven con VIH. A pesar de que existe una ley que prohíbe estas prácticas existen muchas empresas que siguen pidiendo pruebas de vih sida al momento de contratar personal.

Para Tristán las cosas han cambiado mucho en Panamá desde que ella fue diagnosticada. Gracias a los tratamientos existentes se puede llevar una vida de calidad en la que las personas pueden desarrollar todo su potencial.

“La lucha valió la pena –añadió- porque han pasado tantos años y aquí estoy con este virus por dentro, pero sigo. Agradezco las oportunidades que he tenido. Que mi hija está bien y que puedo ayudar a otras personas que se sienten solas deprimidas y sin fuerzas, como me sentí yo alguna vez”.

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Fuente: Minsa - Departamento de Epidemiología

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