El reto de Panamá por lograr la excelencia educativa
Mejorar la calidad de la educación en Panamá sigue siendo un reto y a pesar de la falta de recursos que hay en las escuelas del sector púbico, en algunas se empeñan por lograr la excelencia en la preparación de sus estudiantes.
Este domingo 24 de septiembre en el programa Radar, se analizó la trascendencia del reciente Concurso Nacional por la Excelencia Educativa, que no hace más que demostrar el interés y las ganas de los diferentes planteles por incrementar el nivel de la educación del país.
El analista Jorge Eduardo Ritter, se mostró complacido en que la ocasión se haya prestado para que los panameños se unieran en un mismo idioma que no fuese el fútbol, sino la educación.
Resaltó el hecho que a través del concurso no se premia a un solo estudiante en particular, sino al esfuerzo de todo un colegio en su conjunto.
En ese sentido Mitzi Alfaro, integrante de la Junta Directiva de la Fundación para la Promoción de la Excelencia Educativa, que organiza el concurso, informó que para el 2017 se tuvo el doble de inscripciones en comparación al año 2016 y hubo algunos centros educativos que quisieron participar, pero no lograron inscribirse correctamente.
Un total de 500 escuelas quisieron participar y fue el resultado de toda una jornada de divulgación que se hizo en los centros educativos de la ciudad y en el interior del país.
Alfaro ha pedido de manera enérgica que la educación se convierta en un tema de Estado y una prioridad Nacional.
Aparte de eso, estima que se debe invertir un mayor porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). En la actualidad se invierte un 3.5%, pero Alfaro cree que debe ser un 8% solo para educación.
Por su parte, el padre Fray Javier Mañas, director de la Escuela Nuestra Señora de La Merced, una de las ganadoras, dijo que el reconocimiento que se les ha entregado es parte de un trabajo de toda la comunidad educativa.
Recalca que la labor de la escuela que dirige es básicamente comunitaria, donde están involucrados los padres de familia y los actores de su entorno, y al mismo tiempo sostiene que una escuela no puede estar aislada del contacto social, porque entonces sería una “escuela muerta y si no hay unión no funciona”.
Agrega que las aulas de clases ya no son como en el pasado, donde todos hablaban en el mismo idioma, sino que en la actualidad los docentes se encuentran con situaciones reales de jóvenes que tienen problemas sociales o problemas de aprendizaje y el profesor debe ser hábil para que todo fluya.
Melissa Wong, directora de la oficina en Panamá de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y la Cultura, asegura que la iniciativa es “buena” y quita el tabú que existe en cuanto a las evaluaciones.
Wong afirma que con la realización del concurso, Panamá puede demostrar que no solo es el #1 en temas económicos, sino que a nivel de la región también se toman iniciativas para poner a Panamá al día en temas internacionales como lo son las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés).
“Evaluar y saber a dónde estamos nos guía para saber a dónde ir como sociedad”, sostiene Wong.
Reveló que hay una meta con la que se han comprometido 20 países de la región iberoamericana para el año 2021 y aunque Panamá logró mejorar de 42%, hace 10 años a un 62% la cobertura educativa, el concurso ha revelado que “se tiene que llenar más el vaso”.
El secretario General Encargado del Ministerio de Educación (Meduca), Axel Martínez, manifiesta que la reciente iniciativa ha despertado el interés de la sociedad por el tema educativo y reconoce que se requiere de un mayor trabajo para mejorar los problemas del sistema, pero asegura que es un trabajo no solo de la institución que representa, sino de la sociedad en general.
El concurso que promueve la excelencia de la educación en el país, deja saber la realidad en la que se encuentra el estudiante y para llegar a donde se quiere intervienen muchos factores como la condición de los centros educativos, de los actores, para posteriormente detectar las debilidades, explica el funcionario.
El reconocimiento que se ha entregado a los estudiantes del Instituto Nacional (IN) los hace sentir honorados porque para ellos fue todo un reto enfrentar la participación en el Concurso Nacional por la Excelencia Educativa, asegura Joshua Lorenzo, uno de los representantes de ese colegio.
El joven reconoce que aunque se preparó para participar de cada una de las pruebas, no dejó de sentirse desafiado y nervioso por la presión que llevaba no sólo él, sino también el resto de sus compañeros de representar a su colegio.
El panel de expertos coincidió en que se ha dado un cambio a lo interno del plantel que se ha visto en el resultado que obtuvieron en la final del concurso.
Lo que ha pasado con la participación del IN en el concurso, dice el joven Joshua, es una muestra de que en ese plantel hay quienes quieren superarse para enfrentar los retos profesionales que se vienen en el futuro, “con la ayuda de una gran arma que es la educación“.
El joven estudiante no perdió la oportunidad para pedir a los involucrados en preparar los contenidos y métodos de enseñanza, que loe mejores y los hagan más modernos para que el alumno se sienta motivado, de esa manera, argumenta, la educación que se da en Panamá no será solo de memoria.