Ex amante de Bonds relata presunto uso de esteroides
La mujer que fue amante de Barry Bonds durante nueve años afirmó el lunes en el juicio contra el ex pelotero que éste atribuyó al uso de esteroides una lesión en 1999 y que el cuerpo y la conducta del rey jonronero cambiaron durante su relación. Convocada como testigo de la acusación, Kimberly Bell se mostró embargada por la emoción cuando dijo que Bonds la amenazó en una ocasión con "cortarme la cabeza y dejarme en una zanja", en un presunto arrebato que según los fiscales se debió al consumo de esteroides. La defensa consideró que Bell era una testigo poco confiable y ansiosa de capitalizar su romance con Bonds. Bell reconoció que la relación le había dejado beneficios financieros. Bonds, dueño del récord de jonrones en Grandes Ligas, está acusado de cuatro cargos de perjurio y uno de obstrucción de la justicia luego que en 2003 —meses después de terminar con Bell— le dijo a un jurado investigador que nunca usó en forma deliberada sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento físico. Bell ofreció su testimonio en la mañana, después de que el gerente de las instalaciones de los Gigantes de San Francisco, Mike Murphy, subió al estrado y dijo nerviosamente que Bonds necesitó una gorra de mayor talla para la temporada del 2002. De acuerdo con los fiscales, ese testimonio es pertinente debido a que el crecimiento de la cabeza es un efecto colateral del consumo de la hormona del crecimiento humano. Al ser interrogada por el fiscal Jeff Nedrow, Bell dijo que le preguntó a Bonds sobre un problema que tenía en el codo izquierdo, al cual describió como "una gran hinchazón... se veía espantosa". Bonds respondió que la lesión fue causada por usar esteroides, aseguró Bell, debido que los músculos y los tendones crecieron más rápido de lo que la articulación podía asimilar. "Reventó", dijo Bell. También afirmó que Bonds hablaba del uso generalizado de esteroides entre jugadores de las mayores y que incluso sospechaba que Mark McGwire los había consumido en 1998 cuando estableció la marca de jonrones en una temporada, un récord que Bonds superó después. Durante el testimonio de su ex pareja, Bonds miraba a Bell, hacía anotaciones y cuchicheaba con uno de sus abogados, Allen Ruby. Bell indicó que el romance con Bonds comenzó a mediados de 1994 y que continuó luego que él se casó con otra mujer en 1999. Afirmó que el desempeño sexual del toletero disminuyó en los últimos años de su relación, además de que sus testículos cambiaron de forma y se empequeñecieron, le creció vello en el pecho, que se rasuraba, y le salió acné en la espalda. Bell enfrentó un esfuerzo intenso de la defensora Cristina Arguedas por desacreditar su testimonio. Arguedas presentó un correo electrónico que, dijo, Bell envió al sitio web de Bonds en abril del 2004 en el cual mencionaba a varias mujeres con las que sabía que éste se estaba acostando en diversas ciudades de Estados Unidos. "Este es el hombre que según usted padecía disfunción en el pene", dijo Arguedas. "Eso es mucha acción". Bonds se cubrió la boca, al parecer para ocultar una sonrisa.