Jeter ha seguido un largo camino hacia los 3.000 hits
Esto parece inimaginable ahora, pero hubo una época en la que Derek Jeter no pensó que pudiera batear siquiera un sencillo en las Grandes Ligas. Era un adolescente flaco en la división más baja de las menores, y pasaba las noches en soledad, llamando a sus padres en Michigan, para decirles en llanto que se sentía totalmente improductivo en el plato. Su fildeo era peor —los espectadores detrás de la inicial habían aprendido a agacharse cuando las pelotas rebotaban hacia Jeter, ante el temor de que el campocorto, con nulo control en sus disparos, enviara otro tiro a las butacas. Del borde del fracaso, Jeter llegó a la fanquicia más laureada del béisbol. Ahora, el capitán de los Yanquis de Nueva York está a punto de convertirse en apenas el 28vo toletero en la historia con 3.000 hits.