España-Holanda, una final que dejará un campeón inédito
Uno lo disfrutará como nunca y el otro sufrirá por la amargura de otra decepción. Son los polos opuestos previsibles en una final de Copa del Mundo que tendrá como protagonistas a España y Holanda, equipos que nunca se han proclamado campeones. El partido que España y Holanda disputarán el domingo pondrá a uno de los dos en un cuadro de honor que por ahora se reduce a apenas siete selecciones, y al cual Francia fue el último en entreverarse en 1998. Muchos opinan que el fútbol les debe un título mundial a ambos. ¿Se lo merece por España por tener una selección que hoy en día satisface el mejor paladar futbolístico y por tener una de las ligas más prestigiosas del planeta? ¿Y qué tal Holanda por la deuda pendiente que dejó la gloriosa "Naranja mecánica" que perdió dos finales consecutivas en 1974 contra Alemania y en 1978 ante Argentina? "Tenemos la responsabilidad de poner un punto de equilibrio y que no nos ciegue lo que hemos hecho, pensando en lo que tenemos por delante. Aspiramos a todo", dijo el técnico de España Vicente del Bosque haciendo un llamado a contener la euforia tras el pase de la "Roja" a su primera final en los 80 años de historia de los mundiales. El denominador común de los equipos que saltarán al césped del estadio Soccer City de Johanesburgo es que su trayectoria mundialista se ha caracterizado principalmente por claudicar en los grandes compromisos por la presión de los momentos decisivos. Pero el avance de ambos a esta final ha sido inapelable. España sólo ha perdido dos veces desde que en 2008 conquistó la Eurocopa, mientras que Holanda no conoce la derrota desde septiembre de ese año. España se repuso de la aberración que fue la derrota ante Suiza en el debut e hilvanó cinco victorias. La última de ellas fue el 1-0 ante Alemania en su semifinal, ofreciendo su mejor nivel en los seis partidos que ha disputado. Fue la España que todos conocen, la que con inagotable paciencia toca y toca hasta quebrar la resistencia de rivales que se defienden patas arriba. La España que parece no tener una sola fisura, con un arquero Iker Casillas que lleva 313 minutos con el arco invicto. La de los leones en defensa que son los centrales Gerard Piqué y Carles Puyol. La del medio campo donde Xavi Alonso, Andrés Iniesta y Xavi Hernández derrochan elegancia. La de la dinamita en el ataque con David Villa, autor de cinco goles en el campeonato, y la irreverencia del juvenil Pedro Rodríguez. En las apuestas, España es amplia favorita para alcanzar el Olimpo. Pero no hay nada cantado. Por más que suene a cliché, los partidos hay que jugarlos y Holanda tiene argumentos para pasearse por los canales de Amsterdam con la copa. De la mano del entrenador Bert van Marwijk, la actual generación holandesa tal vez no seduzca de la misma forma que lo hacían antes Johan Cruyff y Marco van Basten, pero igualmente cuenta con notables individualidades que se complementan con un estilo más pragmático. Ahí están Wesley Sneijder, Arjen Robben, Dirk Kuyt y Robin van Persie, un cuarteto ofensivo sumamente eficaz. Cuando asumió como entrenador hace dos años, van Marwijk se propuso cambiar lo que ha denominado la eterna "autocomplacencia" de Holanda en los grandes torneos, sin importanle sacrificar la imagen de antaño y por ende recibir las críticas de Cruyff. "En Holanda hemos jugado en muchas ocasiones un gran fútbol, pero llegamos a tener un problema de autocomplacencia", insistió van Marwijk tras la victoria 3-2 sobre Uruguay en semifinales. "Nos creíamos los mejores por anticipado y después llegaban las derrotas". Holanda llega a la final inmaculada, con seis victorias en fila. "Pero no podemos conformarnos con esto. Nos falta otro partido y es para ganarlo", dijo van Marwijk el jueves. La final será la primera vez que ambas selecciones se topen en un Mundial. El historial está igualado con cuatro victorias por bando y un empate en nueve partidos. Muchos se antojan con la idea de que la final podría definir el máximo goleador del torneo entre Villa y Sneijder, ambos con cinco. Y por qué no el ganador del Balón de Oro entre Sneijder y Xavi, con el holandés a un paso de completar un poker de títulos junto a los que ya consiguió en liga italiana, la Copa Italia y la Liga de Campeones con el Inter de Milán.