Muchos claros en los asientos caros dejan ver mal a los Yanquis
NUEVA YORK (AP) — Paradoja en el nuevo Yankee Stadium: resulta que los mejores asientos son los que mayormente se quedan vacíos. Los lugares preferenciales en el estadio más caro de las Grandes Ligas, con un costo de 1.500 millones de dólares, han representado una suerte de bochorno y un golpe a las finanzas de los orgullosos Yanquis de Nueva York. Su exclusiva zona del Legends Suite, próxima al terreno de juego, sólo ha tenido un lleno completo desde que el estadio abrió sus puertas la semana pasada. En la mayoría de los casos, los asientos que cuestan 500 dólares como parte de un paquete anual y hasta 2.626 para juegos individuales, ni siquiera se han acercado al lleno completo. Y los medios de prensa están llevando con religiosidad la cuenta de la floja concurrencia de la misma forma que la cuenta de lanzamientos de un pitcher. Se trata de un asunto que obviamente fastidia al club. "No vamos a hablar más sobre los asientos", dijo el miércoles el presidente de los Yanquis Randy Levine. "No vamos a hablar sobre asientos". Pero los fanáticos se han percatado de la situación. "Es algo rarísimo", comentó Aaron Feldstein, un aficionado oriundo de California que vivió en Brooklyn durante un par de años y ahora reside en Baltimore. Feldstein estuvo dentro de una concurrencia muy por debajo del lleno en el juego del miércoles contra los Atléticos de Oakland, en una tarde fría y de llovizna. El Legend Suite estaba 80% vacío, mientras que los niveles superiores estaban más copados. "Yo recuerdo ver partidos en el Yankee Stadium sin ningún asiento vacío. Y ahora detrás del plato hay como 15 y 20", añadió Feldstein, quien consiguió una entrada gratis detrás del plato gracias a un amigo. Se trata de una zona en la que el precio de un boleto cuesta 325 dólares como parte del paquete anual. Más detalles sobre el problema: Una cuenta hecha por The Associated Press totalizó 1.895 asientos vacíos en el Legends Suite, incluyendo 146 en la hilera principal que va de una caseta a la otra. Ahí las entradas cuestan 2.500 dólares con el paquete anual y 2.625 dólares individualmente. —En la noche del martes, sólo 64 de los 146 asientos con el precio más alto estaban ocupados al jugarse la parte baja del segundo inning. Las zonas más alejadas del Legends Suite, cada una con 90 asientos, estaban virtualmente vacías hasta que un par de fanáticos aparecieron para los últimos innings. —El miércoles, en la tercera entrada, sólo 37 de los 146 asientos en la hilera principal estaban ocupados. —El costo también se había depreciado en la reventa. Un asiento que valía 500 dólares costaba 225 el miércoles en el portal de StubHub.com. "Sabemos que no está lleno, y entendemos por qué no lo está", indicó el jardinero Johnny Damon. "Es difícil para el dueño de un negocio justificar esos asientos. O tiene los asientos o despide gente del trabajo, y creo que en estos momentos difíciles, la gente prefiere mantener el dinero en sus compañías en vez de gastarlo en asientos". El Yankee Stadium se construyó cuando la economía estaba en apogeo y el equipo no escatimó en lujos como clubes privados y restaurantes de primer nivel. Los directivos de los Yanquis no tenían previsto en sus planes el impacto de la recesión. Los Yanquis han declinado referirse al impacto financiero de los asientos vacíos, pero si cada uno en el Legends Suite se vendiese, el ingreso sería de 1,63 millones de dólares por juego. "Creo que si cualquiera en este negocio hubiese sabido la dirección que iba a tomar la economía, pues las cosas se habrían hecho de forma diferente", comentó Hal Steinbrenner, el director ejecutivo de la franquicia previo al inicio de la temporada. "No cabe duda que algunos cuantos de nuestros boletos están demasiado caros. Estamos analizando eso. Pero la vasta mayoría está bien y eso se ve en cuanto hemos vendido el equivalente de 35.000 boletos. La mayoría de las entradas se ha vendido bien", añadió. ¿Qué podrán hacer los Yanquis mientras la economía siga así? ¿Bajar los precios y enfurecer a los fanáticos que pagaron el máximo precio? ¿Espera un poco más para medir bien el impacto? Otro efecto de esos cómodos asientos vacíos es que hay menos ruido y jugar el Yankee Stadium ya no intimida como antaño. "Es mucho más grande y abierto que el viejo. En el otro se sentía que los aficionados estaban encaramados sobre tí", dijo Jason Giambi, quien regresó a Oakland luego de siete años con los Yanquis. "Era lo que hacía tan especial al viejo Yankee Stadium".