Kike: "Espero ver a España con la tercera estrella en futsal"

España ha tenido cuatro años para acostumbrarse al retiro de Kike Boned, y vaya si le ha ido bien desde entonces. Aún así, a los más fieles aficionados de la especialidad les resulta extraño no verlo en una Copa Mundial de Fútsal de la FIFA con la casaca 8 de la Roja y la cinta de capitán.

Es lógico. El cierre, de impecables 38 años, disputó cuatro ediciones mundialistas consecutivas, y en todas ellas alcanzó la final. Resultó campeón en 2000 y 2004, y subcampeón en 2008 y 2012, cuando dio las hurras de la selección para siempre.

"¿Cómo observaré el Mundial de Colombia? Como espectador, como hincha del fútbol sala en general y de España en particular", dice Kike a FIFA.com con una amplia sonrisa. "Es cierto que será raro y hasta algo difícil, pero me veo disfrutando, sin esos nervios y esa presión que conlleva jugar una competición tan relevante".

Consultado sobre qué significa el fútsal para él en la actualidad, el valenciano responde con honestidad. "Todavía no lo tengo muy claro, porque ha mutado", dice a modo de título.

"En la primera parte de mi vida fue un hobby, aquello que me hacía divertir; luego, durante mucho tiempo, fue toda mi vida, mi profesión y mi pasión; ahora sigo siendo un aficionado que ama este deporte, pero debo encontrar esa nueva etapa en mi relación con el fútbol sala".

Decisiones y deseos

De lo que está seguro es que aquella decisión de colgar las botas fue un acierto, a pesar de que físicamente luce listo para saltar al parquet en Colombia 2016. Así lo demostró el pasado mes de mayo en Medellín, en el amistoso que el primer Equipo de las Estrellas de Fútsal FIFA disputó contra Colombia en el marco del Sorteo Oficial del Mundial.

"Aquel era el momento correcto. Mis prioridades habían cambiado, y yo necesitaba dejar antes de que el fútbol sala me dijera, 'Kike, es suficiente'. Y no me he arrepentido ni una vez".

Como tampoco se arrepiente de ciertas decisiones que tomó en su carrera con relación al Mundial, como la de jugar infiltrado en Brasil 2008 por una lesión de cadera. O la de dejarse convencer por sus compañeros y su seleccionador de jugar en Tailandia, cuando su idear original era retirarse antes de esa fase final.

"No puedo ponerle ni un sólo 'pero' a mi historia con el Mundial", sentencia Kike, autor del primer gol en la final de 2004. "Con las dos victorias, pese a las dos derrotas, no cambio una coma de lo que tuve la fortuna de vivir con este torneo".

En lo que respecta a Colombia 2016, Kike es contundente. "Yo siempre confío en España, sea cual sea el grupo y sean cuales sean los cruces. Lo demostró en el último Europeo: tuvo varias lesiones, muchas dificultades y acabó siendo campeón".

¿Se repetirá la historia en suelo colombiano? "La selección ha demostrado que es absolutamente competitiva, y se exige desde el primer día. Luego le pelota y la cancha nos llevarán a donde nos tengas que llevar, pero mi deseo es ver a España con la tercera estrella en el pecho".