Velásquez vs Dos Santos II, la pelea que cierra el 2012
La cartelera de fin de año en Las Vegas, el UFC 155, trae como plato fuerte el combate titular en peso pesado entre el campeón brasileño, Junior Dos Santos (15-1), y el retador número uno, el mexicano Caín Velásquez (10-1). Esta pelea es una revancha del enfrentamiento que tuvieron en noviembre del 2011 y que el campeón ganó por nocaut en el mismo primer asalto. El combate es el choque típico entre el golpeador Dos Santos, probablemente el mejor boxeador en todas las Artes Marciales Mixtas (MMA por sus siglas en inglés) y el luchador Velásquez, quien ha demostrado en toda su carrera que sus rivales van a ir a la lona. Con una sola excepción, Dos Santos en aquella pelea de campeonato en Anaheim, en California. A primera vista, la impresión que se tiene es que Dos Santos tiene que mantener la pelea arriba y Caín, abajo, para poder tener éxito cada uno. Sin embargo, los dos han demostrado ser muy completos en cualquier disciplina de las MMA y no necesariamente tiene que ocurrir lo anteriormente mencionado para que salgan exitosos el 29 de diciembre. Es cierto que el campeón tiene unos puños de acero y que de sus nueve peleas en el UFC, siete han terminado en nocaut. Sólo le llegaron al límite Roy Nelson y Shane Carwin. En ese grupo de los que mandó a dormir están Caín, Frank Mir, Gabriel Gonzaga, Mirko Cro-Cop, Stefan Struve y Fabricio Werdum. Una lista de campeones, excampeones, leyendas y mucho más. Pero también es cierto que hace apenas unos días Junior recibió su cinta negra en jiu-jitsu, lo que significa que si el combate va al piso, él va a estar listo. Ojo, eso no quiere decir que prefiera ir a la lona, pues su boxeo es letal. Sólo que ahora está más preparado que nunca y eso sin contar que su defensa ante el derribo es la mejor en peso pesado. Velásquez, por su parte, ha logrado nueve triunfos por nocaut de los diez en su carrera, a pesar de que su fuerte es, sin dudas, la lucha olímpica y, también, esa preparación física que cuando pelea parece que es un peso mosca y no un hombre de más de 240 libras. Los puntos fuertes de ambos gladiadores están claros. Lo que pasa con ellos es que han mejorado tanto en otras disciplinas, que ya no importa cómo vaya el combate, los dos pueden pelear en cualquier circunstancia. Los posibles escenarios, a simple vista, nos colocan al campeón sacando ventaja clara de su boxeo y al retador buscando levar al rival a la lona. Pero después de verlos desarrollarse en el UFC, no dudo que ambos saquen ventaja en el elemento preferido del otro. Es decir, no subestimemos el poder de los puños de Caín, ni el jiu-jitsu de Dos Santos. Ahí es donde este combate se puede decidir, en la capacidad de cada uno de adaptarse a las diferentes situaciones durante el combate, sobre todo aquellas en las que a primera vista no son las mejores para cada uno (Dos Santos arriba y Caín abajo). Esas situaciones adversas que suelen aparecer en las grandes peleas, en esas peleas de campeonato. Esas son varias de las interrogantes de este enfrentamiento. ¿Podrá el retador llevar a su oponente a la lona? ¿Podrá el campeón evitar los derribos del retador? ¿Llegará al límite el combate? Todo esto se sabrá la noche del 29 de diciembre en una de esas carteleras que puede vivir sólo con el evento principal, en este caso, Junior dos Santos vs Caín Velásquez. Por cierto, ¿ya tienen su favorito? ESCRITO POR: Eduardo Martell (UFC en Español)