Amor y Orgullo
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Panamá/El técnico de la Selección de Panamá, Thomas Christiansen, analizó con serenidad y autocrítica el triunfo 2-3 conseguido ante Guatemala en el Estadio El Trébol, una victoria que dejó al equipo a un paso de asegurar su clasificación rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026.
En conferencia de prensa, el entrenador resaltó la reacción, la contundencia y el carácter de sus jugadores en un partido marcado por la intensidad y la presión ambiental.
Christiansen reconoció que Guatemala tuvo momentos de dominio, especialmente en tramos donde Panamá perdió la posesión:
“Ellos nos han sometido, como es de esperar, y al final lo más importante ha sido la reacción y ganar el partido, porque hemos enfrentado a un gran equipo que ha peleado todo y más”, afirmó.
Sobre la contundencia, una de las mayores críticas recientes, lanzó una reflexión particular:
“El fútbol es de meterlas. Hoy la hemos tenido. No hemos hecho nada especial. Ni hemos tirado a portería en los entrenamientos y las han metido… eso es el fútbol”.
Consultado sobre la necesidad de marcar varios goles ante El Salvador por un posible desempate con Surinam, Christiansen fue enfático en que lo primordial es sumar tres puntos:
“Pensar en cuatro o cinco goles es afrontar el partido de mala manera. Primero hay que ganar. Si no ganas, se complica todo”.
El técnico destacó además que los goles de los delanteros son un impulso emocional importante:
“Los goles siempre refuerzan la autoestima. Hoy, por fuera de juego de Azarías, si no, hubieran anotado los tres delanteros que participaron”.
Ante la pregunta directa sobre si Panamá estará en el Mundial, Christiansen evitó crear falsas expectativas:
“Es complicado prometer y no lo voy a hacer. Lo que sí prometo es dar mi máximo esfuerzo para que los jugadores salgan lo más motivados y preparados posible”.
El entrenador también dedicó palabras de empatía tras una intervención emotiva de un periodista:
“No hay que agradecerme nada. Hay que agradecerle a los jugadores y a todo el cuerpo técnico que ha trabajado para que esto funcione”.
Consultado sobre los cambios y la pérdida de control en el segundo tiempo, Christiansen explicó:
“Nos enfrentamos a un equipo muy bueno en transiciones y balones largos. Perdimos posesión y eso les dio vida. Tras el 2-2, el equipo reaccionó y gestionó bien el tramo final”.
Sobre el ingreso de Alberto Quintero, quien regresó tras años fuera de la Selección:
“Entró para temporizar el partido. Su carisma y experiencia se notan en el vestuario. Estuvo bien en ese rol de falso 9”.
El técnico también se refirió a los insultos que recibió Adalberto Carrasquilla en México tras el polémico duelo entre Cruz Azul y Pumas:
“No es fácil que todo un estadio te llame asesino. Me sabe mal que el árbitro no interviniera para evitar esos cánticos, pero Coco está tranquilo y sabe que es parte del fútbol”.
Christiansen pidió el apoyo total del público panameño para el partido decisivo del martes:
“Que el Rommel esté lleno, que empujen. Es el último partido, no hay marcha atrás. Vamos a darlo todo y morir con las botas puestas”.
El entrenador cerró dejando claro el enfoque:
“La obligación es ganar. Si ganando basta para clasificar directo, felices todos. Y si no, iremos al repechaje. Hay que ir paso a paso y con los pies en la tierra”.