Nicolás A. Solano, el hospital que se quedó sin capacidad ante el descontrol social en Panamá Oeste

El aumento de los casos obligó a abrir dos nuevas salas en el nosocomio. La capacidad pasó de siete a nueve

Las cinco camas de cuidados intensivos con las que cuenta el hospital en los últimos dos meses permanecen ocupadas

Hospital Nicolás Solano de La Chorrera.
Hospital Nicolás Solano de La Chorrera. / TVN Noticias.
Urania Cecilia Molina - Corresponsal Digital
21 de diciembre 2020 - 06:49

Ciudad de Panamá/El hospital regional Nicolás A. Solano, ubicado en el distrito de La Chorrera, se quedó chico para atender a los pacientes de COVID-19 de la provincia de Panamá Oeste, sobre todo aquellos que desarrollan síntomas graves de la enfermedad.

Y es que las cinco camas de la sala de Cuidados Intensivos para infectados del virus SARS-CoV-2 desde hace dos meses permanecen ocupadas, lo que obliga a los doctores a darles las primeras atenciones y remitirlos a otro hospital con capacidad para recibirlos.

El director provincial de Salud de Panamá Oeste, Kevin Cedeño, explicó que el centro hospitalario tiene 87 camas para atender a enfermos de la COVID-19, las cuales regularmente están ocupadas. Un ejemplo de esta ocupación es que de estas 87 camas, el pasado martes solo quedaban 3 disponibles.

La provincia de Panamá Oeste mantiene corregimientos que formaron parte del informe epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsa) de este viernes 18 de diciembre con más casos de la enfermedad como son: Arraiján Cabecera (90), Vista Alegre (87), Juan Demóstenes Arosemena (59), Burunga (39) y Cerro Silvestre (37) en el distrito de Arraiján; Puerto Caimito (42), Barrio Colón (42) y Guadalupe (37) en el distrito de La Chorrera.

Hospital de campaña que fue inaugurado el domingo 20 de diciembre por el director de la Caja de Seguro Social a un costado de la policlínica Santiago Barraza en La Chorrera.
Hospital de campaña que fue inaugurado el domingo 20 de diciembre por el director de la Caja de Seguro Social a un costado de la policlínica Santiago Barraza en La Chorrera. / Cortesía.

El incremento en el número de contagiados provoca que al hospital lleguen pacientes con complicaciones, explicó Cedeño, quien agregó que esta situación los obliga a abrir otras dos salas dentro del nosocomio.

De hecho, las autoridades sanitarias, en conferencia de prensa informaron que para apoyar la “situación crítica” en la que está el hospital abrirán otra sala de ocho camas en cuidados intensivos y habilitarán la cafetería con 25 camas para internar a pacientes con síntomas moderados de la enfermedad.

Además, las mismas autoridades del Minsa informaron que coordinarán con las autoridades de la Caja de Seguro Social para poder tener acceso al hospital campaña que están habilitando en la policlínica Santiago Barraza.

El hospital Nicolás A. Solano tiene actualmente siete salas para recibir a pacientes de la COVID-19, dos de las cuales atienden a los que presentan mayores dificultades para sobrellevar la enfermedad. Los pacientes en promedio se mantienen 40 días en casos graves o 21 días en estado moderado de la enfermedad, lo que compromete la disponibilidad de camas dentro del nosocomio.

Actitud social aumentan los casos de la COVID-19

La provincia de Panamá Oeste no escapa del fenómeno social de “desatención” a las normas impuestas por las autoridades para contener el virus, bajar las muertes y los casos por esta enfermedad. Entre estas normas están el toque de queda, el uso de mascarillas y el distanciamiento de dos metros.

Cedeño expresó que el aumento de los casos en la provincia puede tener varias causas, pero la que más le preocupa es la infracción de las disposiciones sanitarias por “la gran cantidad de pacientes que por infringir normas como el toque de queda, no usan mascarillas y al participar en fiestas y reuniones terminan contagiados y hospitalizados”.

Tomás Velásquez, alcalde de La Chorrera, uno de los distritos que mantiene corregimientos con un alto número de personas contagiadas, explicó que se reunieron con los jueces de paz y el funcionario de cumplimiento para coordinar acciones que ayuden a corregir estas situaciones.

Velásquez expresó que trabajarán las 24 horas, los siete días de la semana imponiendo las multas que sean necesarias para tratar de minimizar los casos de esta enfermedad.

Añadió que los infractores pagarán 200 dólares de multa o tendrán que hacer trabajos comunitarios, la primera vez y en el caso de reincidencia la sanción se le doblará.

El alcalde instó a la población a realizar las denuncias a los números de teléfono 311 o a la Policía Nacional 253-3333.

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