Mascarilla, distanciamiento físico, trazabilidad y vacunación, las armas contra la tercera ola

Los corregimientos más afectados del área metropolitana son San Francisco, Juan Díaz, Bethania, Tocumen y Bella Vista.

Casos aumentan en grupos de edades entre 20 a 39 años y las muertes entre los 40 y 79 años.

Personal de salud vacuna a joven dentro de un autobús en La Chorrera.
Personal de salud vacuna a joven dentro de un autobús en La Chorrera. / Redes Sociales/Minsa

Fiestas clandestinas, comercios incumpliendo medidas de bioseguridad, bares y discotecas que sobrepasan el aforo permitido y personas que se niegan a usar la careta en el transporte público parecen haberle servido la mesa a la COVID-19, para iniciar su tercera ola de contagios, que en los primeros días del mes de junio superan los 600 casos diarios, registrando el viernes la elevada cifra de 915 casos nuevos.

Pero, antes de que el Ministerio de Salud (Minsa) anunciara esta última cifra, el ministro Luis Francisco Sucre escribió en su cuenta de Twitter: “es inminente que estamos frente al inicio de una tercera ola”, confirmando lo que desde hace varias semanas se venía previendo, sobre todo cuando veíamos la situación del virus en los países vecinos de Colombia y Costa Rica.

Sin embargo, y pese al aumento de los casos, las muertes siguen manteniéndose por debajo de 10 diarias, la mayoría de los casos se concentra en las edades de 20 a 39 años, e incluso las autoridades de Salud han advertido que, a diferencia de los inicios de la pandemia, es en este grupo de edad donde se están viendo las hospitalizaciones y la enfermedad de forma grave.

Con esta nueva realidad que empieza a tocar a la puerta, el Minsa tomó medidas de restricción de movilidad en el área metropolitana que concentra gran cantidad de los corregimientos mayormente afectados por la pandemia actualmente. Ampliando el toque de queda desde las 10:00 p.m. hasta las 4:00 a.m., con excepción del corregimiento de San Felipe, medida que no ha sido del agrado de muchos.

Pero llama la atención que el repunte de los casos del nuevo coronavirus se está presentando en corregimientos donde ya parte de la población ha sido vacunada, tanto con dosis de Pfizer como con el medicamento de AstraZeneca y esto podría deberse a un exceso de confianza y triunfalismo entre los ciudadanos o a lo que muchos especialistas han llamado el 'síndrome de superman'.

Estos corregimientos son: San Francisco, Bethania, Bella Vista, Juan Díaz, Tocumen, Parque Levefre y Ancón, este último con menor cantidad de casos.

En el pasado las medidas de cuarentena y restricción de movilidad ha demostrado efectividad en el control del virus y han servido para frenar el contagio. Pero luego de un año de pandemia y con un sistema de salud más robusto gracias a los esfuerzos realizados en los peores meses de la crisis sanitaria, especialistas indican que se deben tomar otros indicativos y medidas antes de pensar en el cierre.

El epidemiólogo Arturo Rebollón indicó que podríamos experimentar una aceleración de casos, más no de muertes como ocurrió en la segunda ola que azotó al país entre los meses de diciembre y enero, por lo que, en su opinión, este es un punto a considerar al momento de tomar las medidas sanitarias.

Puestos de hisopados siguen funcionando.
Puestos de hisopados siguen funcionando. / Redes Sociales/Minsa

Para el epidemiólogo, estas decisiones dependen de las autoridades que a su parecer cualquiera que tomen será la correcta, pero en casos como el de San Francisco es necesario hacer acciones más agresivas sin colapsar la movilidad, como vocería de prevención, mejorar la prevención en los sitios de visitados frecuentemente por infectados, trazabilidad en barrido y apertura de vacunación a todos los grupos de edades.

En cuanto a la cuarentena y cercos sanitarios, Rebollón dijo que "hay que salir de ese suben los casos hay que cerrar. Eso fue una opción, pero ahora tenemos que ser mejores que el virus".

"Yo soy de la visión de que si se van a hacer cuarentenas tienen que ser absolutas y cortas y no solo lo digo yo. Después de más de 15 meses en pandemia se han analizado cuáles son las mejores estrategias y las mejores estrategias son cierres cortos y absolutos cuando hay una aceleración masiva del 50 %, que es un RT de 1.5%”, manifestó.

El especialista aclaró que estos cierres deben ser perfectos, donde solo personal de salud y equipos de emergencia puedan circular, y deben ser por un tiempo corto.

“Unos 10 días de cierre y vuelvo a abrir, eso permitiría al sistema hacer mayor trazabilidad y campañas educativas, levantar la voz de alerta nuevamente y verificar si hay protocolos mal hechos que hay que ajustar”, puntualizó.

Según datos expuestos por Rebollón en su cuenta de Twitter, al culminar la semana epidemiológica número 21 el pasado 1 de junio, hubo un crecimiento del 13% de casos referente a la semana anterior, sin embargo, en el grupo de edad mayor de 80 años no hubo aumento de casos. Mientras que el promedio de muertes por día aumentó de 4 a 6 defunciones, elevándose en el grupo de edad de 40 a 79 años.

Rebollón enfatizó que es en ese grupo de edad donde se debe priorizar la vacunación, ya que es de alto riesgo. Además, destacó la necesidad de que se tracen al menos 20 contactos por cada positivo, esto ayudaría a cortar la transmisión comunitaria.

Por su parte, el infectólogo Xavier Sáez Llorens también reaccionó a las últimas cifras indicando que el aumento de positividad al 7% refleja un repunte inminente, donde los contagios se están trasladando a los más jóvenes, solicitando a la población eliminar el pensamiento de triunfalismo ante el virus, porque de lo contrario podríamos volver a las restricciones más rigurosas.

Mientras que los doctores Miguel Mayo y Eduardo Ortega indicaron en la misma red social que el uso de mascarilla y el distanciamiento físico es clave para contener el virus y evitar que la cifra de contagios y muertes sigan aumentando, sin la necesidad de encerrar a la población.

Panamá avanza con la vacunación de personas contra la COVID-19, y en busca que resultar menos heridos, el sistema de salud realizó un cambio en la aplicación de la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca, la cual se hará 12 semanas después de la primera, con el objetivo de abarcar la mayor cantidad de personas lo más pronto posible, teniendo en cuenta que el medicamento reduce los riesgos de desarrollar una enfermedad grave y la muerte.

Pero sin duda también se requiere de un esfuerzo y toma de consciencia por parte de la población, que si bien es cierto se han relajado las medidas de restricción, queda en cada uno de los ciudadanos no bajar la guardia, y respetar las medidas de bioseguridad para detener la propagación del virus.

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