Polémica por importación de arroz en cáscara: ¿Quién se beneficia con esta medida?

Ciudad de Panamá/Quien primero viene, primero muele, dice el refrán. La importación de 26 mil 82 toneladas métricas de arroz, que entrará al país del 1 de enero al 31 de marzo del 2022, será solo en cáscara y no pilado, obviando el Tratado de Libre Comercio (TPC) entre Panamá y Estados Unidos, que establece ambas condiciones.

La importación, que fue negociada este 30 de noviembre en la Bolsa Nacional de Productos S.A., mantiene inquietos a los miembros de la Asociación de Comerciantes de Víveres y Similares de Panamá (Acovipa), quienes afirman que el no permitir la entrada de arroz pilado “va en contra de lo negociado” en el TPC, “incumpliendo la norma que incluye los volúmenes negociados, tanto en productos terminados como en materia prima”.

Las cadenas y negocios de supermercados venden el 60% del arroz en Panamá y ahora, por no contar con el mecanismo para procesarlo, no podrán importarlo.

Al darse un cambio en las reglas del juego se le ha entregado el sector arrocero a los molineros, quienes podrían en algún momento hasta imponer el precio del grano, no duda en afirmar Rodolfo Adames, presidente de la Acovipa.

En reunión de la cadena nacional agroalimentaria de arroz, el 15 de octubre, los molineros alegaron que generalmente son los supermercados los que solicitan la importación de arroz pilado aunque esté saliendo la producción nacional, lo que trae “obstrucciones y dificultades en la comercialización del arroz nacional”, según reza el acta del encuentro.

Rodrigo Cardenal, presidente de la Asociación Nacional de Molineros (Analmo), afirmó que la decisión de traer el arroz del contingente TPC en cáscara fue analizada y recomendada en la reunión de la cadena agroalimentaria de arroz, y que la última palabra la tuvo el gobierno, “basado en su análisis de principios técnicos”.

El gremio, añadió que la medida fue acertada, oportuna y estratégica, en aras de apoyar a la principal cadena de alimento en el país, garantizando la disponibilidad del grano y la soberanía alimentaria.

César Cruz Vega, productor y presidente del comité de la cadena de arroz, aseguró que traer todo el contingente en cáscara no los perjudica, al contrario, genera más beneficios por los valores agregados, aunque reconoció que la medida no se adoptó de manera unánime.

Por su parte, Cardenal detalló que el dato del volumen que este año fue convertido de arroz blanco pilado a cáscara fue el equivalente a 167,395.00 quintales (7,593 toneladas métricas), lo cual se traduce en un consumo de 11 a 12 días.

Con anterioridad, el 7 de octubre, los molineros habían solicitado una reunión al ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, indicando que “el apoyo puntual que solicitamos es implementar el compromiso que hicimos meses atrás, que consistía en convertir la cuota de arroz pilado en la convocatoria TPC a arroz en cáscara”.

Sabemos que usted, en miras de apoyar a toda la cadena agroalimentaria de arroz, nos daría el aval para la nueva confección de la convocatoria del Tratado de Promoción Comercial entre la República de Panamá y los Estados Unidos de América, correspondiente al año 2022”, agregan en la nota que lleva la firma de Cardenal.

En la misiva, Cardenal indica que la industria molinera seguirá comprando toda la producción nacional de arroz y apoyando los programas de apoyo social.

Sobre este punto, Adames manifestó que en estos momentos, cuando la cosecha del arroz nacional no alcanza ni siquiera el 70%, ya le están poniendo restricciones a los productores para no recibirles el grano, pues los molineros necesitan las infraestructuras para almacenar el arroz a importar el mes entrante.

Pero, Cardenal explicó que la capacidad total de almacenamiento de arroz en cáscara (secado) a nivel nacional se ha medido en un volumen cerca a los 5,603,050.00 quintales, lo que les permite suficiente margen de cobertura para recibir el 100% de la cosecha nacional, más el volumen de arroz importado.

Vidal Aguilera, miembro de la cadena agroalimentaria de arroz, manifestó en la reunión del 15 de octubre que le extrañaba la carta que los molineros le habían enviado al ministro Valderrama para tratar temas del TPC, ya que por ser miembros de la cadena pudieron hacerlo por esa vía, según se lee en el acta del encuentro.

Cifras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), dadas por los molineros, revelan que para este año agrícola se ha estimado una producción nacional de arroz en un área de 90,544.60 hectáreas sembradas, que incluye las siembras de secano (periodo lluvioso) y de riego (verano).

Teniendo como fuente al MIDA, Cardenal informó que al 20 de noviembre de este año se habían cosechado cerca de 3,080,698.00 quintales, “volumen que ha sido comprado en su totalidad por toda la industria molinera nacional”.

El consumo mensual de arroz en cáscara, prosiguió, se ha estimado en 774 mil quintales mensuales, por lo que el nivel de inventarios y capacidad al cierre de la cosecha en el mes de enero permite absorber todo el volumen de producción nacional, así como los contingentes de importación aprobados.

En el país el consumo anual per cápita de arroz promedia las 160 libras (72.57 kilogramos).

Antes de que se diera la negociación del contingente del TPC, los comerciantes agrupados en la Acovipa enviaron cartas al presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, y al ministro Valderrama, conminándolos a buscarle una solución a la polémica surgida por la decisión de traer solo arroz en cáscara, pero, según Adames, no recibieron ni señales de humo.

“Estamos sumamente desconcertados con esta medida (de importar solo arroz en cáscara) que si bien es cierto nos afecta, más va a afectar a los consumidores, ya que nuestros agremiados no son subsidiados en la cadena de arroz y a la vez no podremos tener precios competitivos que ayuden a mantener las regulaciones actuales del rubro y la contribución a los gastos generales de los negocios”.

Sin embargo, Cardenal puntualizó que traer arroz en cáscara da un valor agregado, alegando que las plantas procesadoras de alimento animal que operan en el país requieren de acceso a la pulidura, como una de las principales materias primas para procesar el alimento.

Una mayor disponibilidad de arroz en cáscara para ser procesado por todos los molinos del país permite además que se produzcan subproductos que son vitales en el sector productor de alimentos, y que en el caso de arroz pilado no se disponen”, afirmó.

En lo que sí coinciden los comerciantes y los molineros es en la “necesidad” de quitar el control de precios que pesa sobre el arroz desde hace unos siete años.

“El arroz no puede seguir en regulación”, puntualizó Adames, mientras que Cardenal sostuvo que durante este tiempo la industria ha tenido que hacerle frente a alzas de salario mínimo, de electricidad, de repuestos y aumentos en el precio del plástico.

El presidente de la Analmo aseguró que la calidad del arroz nacional no ha mejorado de manera sostenible como para compensar los sobrecostos que ha enfrentado la industria. El margen de utilidad para la industria arrocera nacional ha disminuido significativamente, poniendo en riesgo la sostenibilidad de las plantas pequeñas y medianas, anotó.

El grano predilecto de los panameños empieza un proceso de desgravación el año entrante, del 90% al 79%, para quedar en cero en 2030.