Tarjetas de crédito: mejor aliado o peor enemigo

En medio de la pandemia y de la crisis económica que vive Panamá y el mundo, el experto en temas bancarios Juan Carlos Julio, afirmó que las tarjetas no son una extensión del presupuesto, sino un método para ejecutarlo, por lo que recomendó hacer buen uso de esa herramienta.

Explicó que es el instrumento más caro de la plaza, porque se trata de un crédito sin garantía, es decir que el banco en el caso de que haya un impago, no tiene un colateral tangible o un bien mueble para poder reposeer.

Por otra parte, es un límite de crédito que siempre está disponible, es decir que una persona puede obtener una tarjeta de crédito hoy, pero mañana la capacidad de pago puede cambiar, sin embargo, el banco no tiene una revisión constante de la capacidad de pago y eso representa un mayor riesgo.

“A mayor riesgo, mayor es el interés”, expresó.

Detalló, además, que cuando los saldos de las tarjetas de crédito suben cada mes, es porque sin duda alguna, la persona se gasta más de lo que gana mensualmente.

Para corregir esa conducta, recomendó revisar el presupuesto mensual y detectar cuáles son los gastos que hacen exceder el presupuesto.

Agrega que el problema con las tarjetas de crédito surge cuando se comprometen ingresos que no se han ganado aun, y destaca ese aspecto como uno “sumamente importante”, porque la manera correcta del funcionamiento de una tarjeta es que se pueda pagar el 100% del saldo de lo que se gastó, después del saldo al corte.

Una tarjeta de crédito puede ser el mejor aliado de las finanzas, o el peor enemigo”, Juan Carlos Julio.

Uno de los beneficios de las tarjetas de crédito es que dan entre 30 y 45 días de crédito gratis, porque se empiezan a pagar los intereses después de esa cantidad de días de haber hecho la transacción, además de los puntos y millas que se le dan al cliente.

De acuerdo con Julio, el propósito de los 45 días gratis, es que el cliente pueda apoyar su flujo de caja en el hogar.

Mal uso

“Es común, por la inmediatez de lo disponible de los fondos, que se utilice mal una tarjeta y se compren cosas que deben financiarse a largo plazo”, expresa.

Por ejemplo: materiales de construcción para una remodelación, línea blanca, algún imprevisto con algún familiar en el hospital y por eso se termina pagando hasta el 28% de intereses.

El experto recomienda que, si ya se tienen saldos importantes en la tarjeta de crédito, que no permiten cancelar la deuda del flujo de caja mensual, reestructurar la deuda, aprovechando las distintas opciones que ofrece la banca.