Macron recortará el gasto público y de funcionarios para invertir en crecimiento
El exministro de Economía y candidato socio-liberal a las presidenciales francesas Emmanuel Macron promete si es elegido recortar el gasto público en 60.000 millones de euros en cinco años, reducir en 120.000 el número de funcionarios y tener así margen para invertir masivamente en sus prioridades.
En la presentación hoy de su programa económico, con entrevistas en prensa, radio y televisión, Macron -que fue uno de los inspiradores de la última reforma laboral, adoptada el pasado verano tras meses de protestas y polémicas-, insistió en que "hay que asumir más flexibilidad" en el mercado de trabajo para adaptarse "a las mutaciones en marcha".
Uno de los ejes de su proyecto es lo que llama "un nuevo modelo de crecimiento con un plan de inversión pública de 50.000 millones de euros durante el quinquenio, además del apoyo fiscal a la inversión privada".
Esa inversión pública, según su análisis, podría financiarse gracias a los "tipos de interés muy bajos" y además permitiría disminuir el gasto público y acelerar el crecimiento económico.
Por lo que se refiere a su destino, 15.000 millones de euros se dedicarían a la formación y a la cualificación, en particular de los jóvenes y de los parados; otros 15.000 millones a "la transición ecológica y energética"; y el resto a la modernización de la Administración (su digitalización), la agricultura, los transportes o la sanidad.
En cuanto a los recortes, el que fuera ministro de François Hollande hasta finales del pasado mes de agosto dijo que con los 60.000 millones de euros durante su mandato Francia se situaría en la media de los países de la zona euro en términos del peso del gasto público.
Macron explicó que pretende relanzar la Unión Europea y en primer lugar poniendo en marcha "una capacidad de inversión común mucho más más ambiciosa" porque el actual plan Juncker, aunque necesario, es "insuficiente".
En concreto, su idea es un presupuesto con recursos propios dotado con "cientos de miles de millones" de euros para "realizar las inversiones necesarias y reaccionar juntos a las crisis".
Para despejar las suspicacias que eso puede suscitar en Alemania, Macron dijo que Francia tiene que mostrar el ejemplo con una "política valiente de reformas estructurales" y el cumplimiento del compromiso de mantener el déficit por debajo del 3 % del producto interior bruto (PIB).
En política fiscal, una de sus novedades sería exonerar al 80 % de los contribuyentes de la "tasa de habitación", un impuesto local que pagan los que ocupan una vivienda, sean propietarios o inquilinos.
Interrogados sobre su posicionamiento político, Macron explicó: "vengo de la izquierda, participé durante dos años en un Gobierno de izquierdas", pero "al mismo tiempo he adquirido la convicción de que la solución no es simplemente de izquierdas, de centro o de derechas".
"Desde hace un año -concluyó- lucho por superar esas fracturas".
Macron, al que los sondeos sitúan en competencia directa con el candidato de la derecha, François Fillon, para poder calificarse a la segunda vuelta de las presidenciales donde el uno u el otro se enfrentaría a la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, no se privó de cargar contra el ex primer ministro conservador.
Reprochó a Fillon que, al calor del escándalo que le afecta por los presuntos empleos ficticios con dinero público que otorgó a su esposa y a dos de sus hijos, esté descalificando a la prensa y a la justicia, ya que a su juicio así "debilita su capacidad para ser el garante de las instituciones" si llegara al Elíseo.