Ven en el 'brexit' un motivo de 'esperanza' para el Reino Unido
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, resaltó este miércoles 14 d e febrero las ventajas que conllevará el "brexit", que presentó como un "motivo de esperanza" para el Reino Unido, y alertó contra el "error desastroso" que implicaría intentar frenar la salida de la Unión Europea (UE).
Johnson, uno de los grandes abanderados de la desconexión de los Veintisiete, incidió en los beneficios legales y económicos que traerá la marcha -prevista para marzo de 2019- en un discurso en Londres, como parte de una campaña promovida por la primera ministra, Theresa May, para clarificar su postura ante Bruselas.
El jefe del Foreign Office empleó un tono conciliador que los analistas han percibido como un intento por acercar posturas y limar las agrias divisiones existentes entre los partidarios del "divorcio" y los sectores eurófilos que temen sus efectos.
En su intervención, advirtió contra el "error desastroso" que supondría, según él, tratar de frenar la retirada y esgrimió que cualquier amago en este sentido generaría un "sentimiento de traición permanente e imposible de erradicar" entre la ciudadanía.
"Temo que algunas personas están cada vez más decididas a frenar el 'brexit', a revertir el referéndum del 23 de junio de 2016 y a frustrar la voluntad de los ciudadanos", apuntó.
El "brexit", prosiguió, "no tiene que ser nacionalista, sino que puede ser internacionalista; no tiene que ser una amenaza económica, sino una oportunidad considerable, ni ha de ser anti británico sino una manifestación de la histórica genialidad nacional de este país".
Afirmó que con "el acuerdo adecuado", los británicos podrán seguir "viviendo, trabajando y retirándose en la UE tras el 'brexit'".
Johnson opinó además que es "intolerable" y "antidemocrático" que este país tenga que atenerse a las reglas marcadas por la UE una vez consumada la marcha del bloque, al tiempo que aseguró a los detractores del "brexit" que sus temores son "infundados".
Por el contrario, sostuvo que la opción de la salida representa "un motivo para la esperanza", que abrirá las puertas a un Reino Unido "que mira hacia afuera, más global y liberal", además de ahorrar a este país "sumas colosales".
Instó a aquellos que se preocupan por desligarse de la unión aduanera o el mercado único a tener en cuenta que los beneficios económicos de la permanencia "no son ni tan evidentes ni irrefutables como a veces se afirma".
"Solo recuperando el control de nuestro marco regulatorio y los programas de tarifas podemos cerrar estos contratos, y explotar los cambios en la economía mundial", insistió.
En su cuenta de Twitter, el laborista Andrew Adonis tildó a Johnson y sus correligionarios de "panda de charlatanes" y le acusó de "mentir" en la campaña previa al referendo.
En declaraciones publicadas en The Guardian, Adonis dijo que los "sentimientos de traición van contra él", además de contra otros políticos como Nigel Farage, exlíder del eurófobo partido UKIP.
El éxito nacional sería, ahora, agregó, "frenar el brexit, despedir a Johnson e instalar un Gobierno decidido a promover el comercio, la prosperidad y la seguridad con nuestros socios europeos, y no socavarlo, como hace él".
Dentro de esta campaña para aclarar la postura británica en las negociaciones con la UE, está previsto que May ofrezca un discurso durante las próximas tres semanas en el que aportará detalles sobre la futura relación que espera establecer con Bruselas.
También el responsable para el "brexit", David Davis, y el titular de Comercio Internacional, Liam Fox, harán lo propio pero no así el ministro de Economía, Philip Hammond, considerado el miembro del gabinete más favorable a la UE.
En esa campaña para desgranar la hoja de ruta británica hacia el "brexit", se abordarán temas como los derechos de los trabajadores, acuerdos de comercio internacional y de seguridad.
La semana pasada, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, pidió a Londres mayor "claridad" sobre sus planes al tiempo que alertó de las diferencias "sustanciales" entre ambas partes sobre el futuro acuerdo de transición que el Reino Unido pretende establecer tras su marcha.