'Arancel', palabra del año 2025 según FundéuRAE: del lenguaje técnico al debate cotidiano
El anuncio coincide, además, con el vigésimo aniversario de la institución, que en 2020 adoptó oficialmente el nombre de FundéuRAE.
La Fundación del Español Urgente, FundéuRAE, eligió “arancel” como la palabra del año 2025, una decisión que refleja cómo un término tradicionalmente asociado a la economía y el derecho pasó a ocupar un lugar central en la conversación pública y mediática.
Aunque “arancel” no es un vocablo nuevo ni reciente, su presencia constante en titulares, análisis políticos y debates internacionales durante 2025 fue determinante para su elección. Se trata de una palabra recogida ya en el Diccionario de autoridades de 1726 y de uso habitual en ámbitos especializados, pero cuyo empleo se ha multiplicado debido a la coyuntura económica global.
El Diccionario de la Lengua Española define “arancel” como una “tarifa oficial determinante de los derechos que se han de pagar en varios servicios, como el de costas judiciales, aduanas, etcétera, o establecida para remunerar a ciertos profesionales”. Añade un segundo significado: “tasa, valoración, norma, ley”. Ambas acepciones han cobrado relevancia en el discurso informativo del último año.
La elección de la palabra está directamente vinculada al escenario de guerra arancelaria que marcó buena parte de la agenda internacional en 2025. El regreso de Donald Trump al centro del debate político mundial y su política de presión comercial hacia países con los que Estados Unidos mantiene acuerdos, incluidos varios miembros de la Unión Europea, colocaron los aranceles en el foco informativo.
Las implicaciones económicas de estas medidas impacto en los precios, tensiones diplomáticas y efectos sobre los mercados hicieron que el término dejara de ser exclusivo de analistas y expertos para integrarse en el vocabulario cotidiano. El patronato de la FundéuRAE, presidido por el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, subrayó precisamente este fenómeno: “arancel” pasó de ser una palabra técnica a formar parte del día a día de cualquier ciudadano.
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Este desplazamiento del lenguaje especializado al uso común es uno de los criterios clave que FundéuRAE tiene en cuenta a la hora de elegir su palabra del año, junto con el interés lingüístico, su origen, su formación y su papel protagonista en la actualidad informativa.
Junto a “arancel”, otras once palabras llegaron a la fase final, todas ellas estrechamente ligadas a la cobertura periodística del año. La lista de finalistas incluyó: apagón, macroincendio, preparacionista, boicot, dron, generación Z, macrorredada, rearme, papa, tierras raras y trumpismo. Cada una refleja fenómenos sociales, políticos, tecnológicos o medioambientales que marcaron el pulso informativo de 2025.
Sin embargo, fue “arancel” la que mejor sintetizó el clima económico y geopolítico del año, así como la frecuencia y transversalidad de su uso en los medios de comunicación.
Desde 2013, FundéuRAE selecciona anualmente una palabra entre las más de 250 recomendaciones lingüísticas que emite cada año. El objetivo es destacar términos que, además de ser correctos desde el punto de vista del español, hayan tenido un impacto significativo en el discurso público.
La lista de palabras ganadoras en ediciones anteriores da cuenta de los grandes temas que han marcado cada época reciente: dana (2024), polarización (2023), inteligencia artificial (2022), vacuna (2021), confinamiento (2020), emojis (2019), microplástico (2018), aporofobia (2017), populismo (2016), refugiado (2015), selfi (2014) y escrache (2013).
Con la elección de “arancel”, FundéuRAE vuelve a poner de relieve la relación directa entre el lenguaje y la realidad social. Las palabras no solo nombran el mundo: también revelan qué temas preocupan, movilizan y dividen a la sociedad en un momento determinado.
En 2025, ese término fue “arancel”, una palabra antigua que, impulsada por la coyuntura política y económica, recuperó protagonismo y se convirtió en parte esencial del vocabulario informativo global.