Actriz busca congelar a su hijo fallecido, víctima del bullying, para revivirlo en el futuro

Una tragedia personal ha puesto en el centro del debate global una cuestión tan dolorosa como futurista: la posibilidad de revivir a los seres queridos mediante la criopreservación. La actriz australiana Clare McCan, conocida por su trabajo en cine y televisión, hizo pública una desgarradora solicitud: busca reunir 300 mil dólares australianos para congelar el cuerpo de su hijo de 13 años, quien se suicidó tras ser víctima de acoso escolar.

A través de un emotivo mensaje en su cuenta de Instagram, McCan explicó que su hijo, Atreyu, murió el pasado 24 de mayo, y que ahora lucha contra el tiempo para preservar su cuerpo mediante una técnica científica conocida como criogenia, con la esperanza de que algún día la medicina permita devolverle la vida.

“Solo nos queda una oportunidad de crioconservar su cuerpo en los próximos días. Si la desaprovechamos, perderemos la posibilidad de cualquier reanimación futura que la ciencia pueda ofrecer. Esto se trata de esperanza y justicia. Me niego a que la historia de mi hijo termine en silencio”, escribió McCan a sus casi 70 mil seguidores.

El procedimiento de criopreservación no es parte de la medicina tradicional, pero ha sido explorado durante décadas en el campo de la biotecnología. Se basa en conservar el cuerpo a temperaturas extremadamente bajas para evitar la descomposición celular, con la teoría de que futuros avances científicos podrían permitir la reanimación y curación de enfermedades o daños que hoy son irreversibles.

Te puede interesar: Johnny Depp revela cuál es el paraíso privado donde encuentra la felicidad

Te puede interesar: Sydney Sweeney lanza jabón hecho con su propia agua de baño

El proceso, sin embargo, es caro y complejo. Clare McCan detalló que necesita 300 mil dólares australianos, unos 3 millones 750 mil pesos mexicanos, para llevarlo a cabo, y hasta ahora solo ha reunido 16 mil dólares mediante una campaña pública de donaciones.

La actriz aclaró que cualquier dinero excedente será donado a causas benéficas, lo que evidencia no solo el dolor personal que atraviesa, sino también su compromiso con causas sociales más amplias.

Detrás de la devastadora decisión de Clare McCan se encuentra otra tragedia igual de alarmante: el suicidio de su hijo como consecuencia del bullying que sufría en su entorno escolar. La actriz explicó que Atreyu fue víctima de acoso constante, incluso después de haber sido retirado del colegio en un intento por protegerlo.

“Los agresores encontraron la forma de seguirlo. Estos ataques no se detienen cuando el niño sale de la escuela. Se esconden en los intersticios del sistema, en los momentos en que nadie vigila. Atreyu ya no pudo más”, compartió McCan.

Este caso vuelve a poner en evidencia la urgente necesidad de políticas más efectivas para prevenir el acoso escolar, así como redes de apoyo psicológico para jóvenes en riesgo. El dolor de Clare no solo refleja la pérdida de su hijo, sino también el fracaso de un sistema que no supo protegerlo.

¿Qué es la Criogenia?

La criopreservación de cuerpos humanos sigue siendo un tema controvertido en la comunidad científica. Aunque existen empresas en Estados Unidos, Rusia y otros países que ofrecen el servicio, no hay garantías, por ahora, de que el procedimiento pueda revertirse exitosamente.

Pese a eso, decenas de personas en el mundo han decidido criopreservar a sus seres queridos (e incluso a sus mascotas) con la esperanza de que un día la reanimación sea posible. Clare McCan se une a esa lista, no desde la ciencia ficción, sino desde el amor de madre que se rehúsa a decir adiós.

“Esto no es locura ni negación. Es esperanza. Es el único hilo que me queda para seguir adelante”, escribió. El caso de Clare McCan ha conmovido profundamente a sus seguidores y ha generado una conversación mundial sobre los límites del duelo, la ética científica y el papel del acoso escolar en las tragedias familiares.

Mientras continúa su campaña de recaudación, miles de personas han expresado apoyo, compasión y también dudas frente al procedimiento. Sin embargo, para Clare no se trata de convencimientos científicos, sino de una última oportunidad para darle a su hijo una posibilidad más. Y así, en medio del dolor, emerge un grito que no es solo individual: “Me niego a que la historia de mi hijo termine en silencio”.