Gene Hackman: los estremecedores secretos de su autopsia conmocionan a Hollywood
El mundo del cine aún lamenta la pérdida del legendario actor ganador de dos premios Oscar, quien falleció en febrero a los 95 años en circunstancias desgarradoras.
Nuevos detalles revelados en el informe forense no solo esclarecen los últimos días del intérprete, sino que también retratan una historia de aislamiento, enfermedad y tragedia doméstica que conmociona a sus admiradores.
De acuerdo con la autopsia obtenida inicialmente por Fox News, Gene Hackman murió de insuficiencia cardíaca tras pasar aproximadamente una semana solo en su residencia de Nuevo México, sin acceso a alimentos ni cuidados médicos. La causa subyacente, según el reporte, fue su avanzado deterioro mental producto de la enfermedad de Alzheimer, que habría impedido al actor percatarse del fallecimiento de su esposa, Betsy Arakawa, ocurrido una semana antes dentro del mismo hogar.
El drama familiar es todavía más sobrecogedor. Betsy Arakawa perdió la vida tras contraer el síndrome pulmonar por hantavirus, una rara enfermedad transmitida por roedores. Tras su muerte, Hackman, desorientado y vulnerable, quedó atrapado en su casa, donde finalmente sucumbió. “El precio que pagó fue el de la soledad absoluta, derivada del deterioro de su salud mental”, relató la doctora Heather Jarrell, jefa de medicina forense de Nuevo México, en una conferencia de prensa tras conocerse los hallazgos.
El informe detalla que Hackman padecía insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia renal y contaba con un marcapasos biventricular instalado en 2019. También se encontraron marcadores neurodegenerativos asociados con el Alzheimer. Además, la autopsia reveló signos de inanición prolongada, evidenciada por la presencia de acetona en su organismo.
Respecto a la muerte de Arakawa, el Departamento de Salud de Nuevo México confirmó que no hubo transmisión del hantavirus a Hackman. Sin embargo, la propiedad de la pareja fue descrita como un entorno altamente contaminado: en ocho edificaciones del terreno, incluidas casitas, cocheras y cobertizos, se encontraron nidos de roedores, excrementos y cadáveres de animales. Dos vehículos también presentaban señales de infestación, junto con trampas diseminadas por la propiedad, lo que sugiere que el problema era persistente.
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Dentro de la residencia, los agentes hallaron escenas que reflejaban el cariño que Hackman y Arakawa se profesaban: medicamentos dispersos, notas afectuosas escritas a mano y fotografías de sus queridos pastores alemanes. Tristemente, uno de los perros fue hallado muerto dentro de una jaula, aparentemente por inanición, mientras que el otro, debilitado, fue encontrado junto al cuerpo de Arakawa, como captaron las cámaras corporales de los agentes.
Arakawa, antes de fallecer, habría estado investigando síntomas gripales en su computadora personal, buscando información sobre enfermedades similares al COVID-19. Esta búsqueda sugiere que intentó comprender los síntomas del hantavirus sin lograr reconocer la gravedad de su situación. Inicialmente, se manejó la hipótesis de una posible intoxicación por monóxido de carbono, pero las pruebas descartaron esta teoría tras comprobar niveles normales del gas en la vivienda.
El historial médico de Hackman revela una vida marcada por problemas cardiovasculares: había sufrido múltiples infartos, contaba con stents coronarios, un bypass arterial y un reemplazo de válvula aórtica. Estos antecedentes, combinados con la soledad y el deterioro mental, sellaron el triste desenlace de una de las mayores leyendas de Hollywood.
