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La película, que cuenta con la producción ejecutiva de Martin Scorsese y Jennifer Lawrence, narra el derrumbe de un matrimonio tras una infidelidad, adentrándose en la psicología de sus protagonistas con una mirada perturbadora e irónica.
Para la selección, se establecieron criterios clave: solo se consideraron producciones estrenadas a partir del 2000, se eligió una sola actuación por serie y se buscó variedad de géneros y estilos. A continuación, los nombres que, según Variety, representan lo mejor de la actuación en televisión en este siglo.
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La ambiciosa y brillante cirujana Cristina Yang se convirtió en uno de los personajes más icónicos de la televisión, y gran parte del mérito es de Sandra Oh. Su interpretación logró que el público empatizara con una mujer competitiva, pero profundamente humana, cuya evolución fue clave en la serie. Su emotiva despedida dejó una de las escenas más recordadas del drama médico.
Lo que comenzó como un personaje secundario terminó convirtiéndose en el alma de Better Call Saul. Rhea Seehorn construyó a Kim Wexler con una actuación contenida pero llena de matices, mostrando cómo la ética y la ambición pueden chocar de manera devastadora. Su papel fue tan sólido que, para muchos, superó al propio Saul Goodman.
El Capitán Holt fue un ejemplo de liderazgo con un toque de genialidad cómica. Andre Braugher sorprendió al darle vida a un personaje que, sin perder su seriedad, se convirtió en uno de los favoritos de la audiencia gracias a su humor seco y su peculiar carisma.
En una serie que exploró la angustia existencial, Carrie Coon entregó una de las actuaciones más desgarradoras. Su papel como Nora Durst, una mujer que lidia con la inexplicable desaparición de su familia, le permitió ofrecer momentos de una intensidad emocional inigualable.
El fallecido Michael K. Williams logró una de las interpretaciones más icónicas de la televisión al dar vida a Omar Little, un ladrón de narcotraficantes con un código moral inquebrantable. Su personaje desafió los estereotipos de los dramas criminales y dejó frases inolvidables que siguen vigentes en la cultura popular.
La metamorfosis de Walter White de profesor a criminal es uno de los viajes más fascinantes de la televisión. Bryan Cranston llevó esta transformación al siguiente nivel, haciendo que cada etapa del personaje se sintiera natural y aterradora al mismo tiempo. Escenas como su emblemático “I am the one who knocks” son prueba del poder de su actuación.
Conocida mundialmente como Phoebe en Friends, Lisa Kudrow demostró su versatilidad en The Comeback, donde interpretó a una actriz desesperada por recuperar la fama. Aunque la serie no tuvo el reconocimiento inmediato, con los años se convirtió en una joya de culto, y su actuación fue fundamental para ello.
Peggy Olson pasó de ser una tímida secretaria a una influyente creativa en el mundo de la publicidad, y Elisabeth Moss interpretó cada fase de su transformación con una maestría absoluta. Su despedida triunfal con gafas de sol y cigarro en mano sigue siendo una de las imágenes más emblemáticas de la serie.
La tragedia y la ambición se mezclaron en el personaje de Kendall Roy, y Jeremy Strong logró plasmarlo con una profundidad impactante. Su lucha constante por el poder y la validación paterna lo convirtieron en uno de los personajes más fascinantes de los últimos años.
Nadie llevó la sátira política a otro nivel como Julia Louis-Dreyfus. Su interpretación de la ambiciosa y torpe Selina Meyer en Veep redefinió la comedia televisiva, gracias a su impecable timing y una capacidad única para combinar cinismo y humor.
Cada una de estas actuaciones contribuyó a elevar la calidad de la televisión moderna, consolidando personajes que siguen resonando con el público.