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Reconocido por papeles icónicos como Iceman en Top Gun y Bruce Wayne en Batman Forever, el actor no solo fue noticia por su carrera, sino también por la forma en que enfrentó uno de los momentos más críticos de su vida: el cáncer de garganta. Más allá del diagnóstico, lo que sorprendió a muchos fue su decisión inicial de no tratarse médicamente, motivada por su fe en la Ciencia Cristiana.
Kilmer falleció el 1 de abril de 2025 a los 65 años a causa de una neumonía. Pero su batalla con la enfermedad había comenzado más de una década antes. En 2014, notó un bulto en la garganta y comenzó a presentar dificultades para hablar y tragar. Aun así, se resistió a buscar atención médica, convencido de que la oración podía curarlo.
Desde su infancia, Kilmer fue educado en la Ciencia Cristiana, una doctrina religiosa fundada en el siglo XIX por Mary Baker Eddy, que considera que “la enfermedad es una creencia que debe ser anulada por la Mente divina”, como se enseña en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Esta religión no prohíbe formalmente el uso de la medicina, pero la desalienta, priorizando la curación espiritual.
Su fe se afianzó con experiencias personales profundas, como la muerte de su hermano Wesley cuando ambos eran adolescentes. “Cuando tenía 24 años, tuve una visión del Ángel de la Vida arrancándome el corazón y poniendo uno más grande en su lugar”, compartió Kilmer en sus memorias, I’m Your Huckleberry.
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La situación llegó a un punto crítico cuando una noche despertó vomitando sangre. “Una noche me desperté de repente vomitando sangre que cubría la cama como una escena de El padrino. Recé de inmediato y luego llamé al 911”, escribió. Fue ingresado en el UCLA Medical Center de Santa Mónica, donde los médicos descubrieron un tumor en su garganta y realizaron una cirugía de emergencia para permitirle respirar.
TMZ informó en ese momento que el actor ya conocía el diagnóstico desde el verano de 2014, pero lo había ignorado por sus creencias religiosas. “Se negó a recibir tratamiento porque creía en la Ciencia Cristiana. Cualquiera que insistiera en que lo hiciera era apartado de su vida”, dijeron fuentes cercanas.
Fue la presión de sus hijos, Jack y Mercedes, quienes no comparten su fe, lo que finalmente lo llevó a aceptar tratamiento médico. “Simplemente no quería experimentar su miedo, que era profundo. Habría tenido que alejarme, y simplemente no quería estar sin ellos”, confesó al New York Times en 2020.
Kilmer se sometió entonces a una traqueotomía, radioterapia y quimioterapia. Aunque el tratamiento logró salvarle la vida, dejó secuelas irreversibles: perdió gran parte de su voz, y debía elegir entre respirar o comer con comodidad. “Obviamente, sueno mucho peor de lo que me siento”, dijo en el documental Val (2021), que retrata su vida y legado.
En 2017, durante una sesión de preguntas en Reddit, abordó abiertamente la polémica sobre su fe y su enfermedad: “Mucha gente asume que me puse en peligro por ser científico cristiano. Pero muchas, muchas personas han sido sanadas por la oración a lo largo de la historia registrada. Y muchas, muchas personas han muerto bajo lo que era la medicina moderna de su época”.
Su frágil salud lo obligó a retirarse de varios proyectos, incluyendo la serie Willow de Disney+. No obstante, su reaparición en Top Gun: Maverick en 2022 conmovió a millones. En el filme, su personaje, Iceman, también enfrenta dificultades vocales, y para las escenas se usó inteligencia artificial que replicó su voz a partir de grabaciones antiguas.