¡Perturbador! Exestrella de reality acusada de asesinato y desmembramiento
El caso ha estremecido a Australia y al mundo.
La modelo y exconcursante del reality Beauty and the Geek Australia, Tamika Chesser, ha sido acusada formalmente de asesinar y desmembrar a su pareja, Julian Story, en un hecho que ha sacudido a la opinión pública por su brutalidad y el alto perfil mediático de la sospechosa. El detalle más macabro: la cabeza de la víctima continúa desaparecida.
Con solo 34 años, Chesser, quien alcanzó la fama televisiva en 2010 al obtener el segundo lugar en el popular programa de citas, se encuentra hoy detenida en un centro de salud mental y enfrentando uno de los cargos más graves que puede dictar la justicia australiana: homicidio con circunstancias extremas.
El cuerpo desmembrado y parcialmente calcinado de Julian Story fue encontrado el 19 de junio en un departamento en Port Lincoln, Australia del Sur, luego de que un incendio alertara a los vecinos y a la policía. Al llegar, los oficiales encontraron restos humanos carbonizados y sin cabeza, una escena que los investigadores calificaron como “profundamente perturbadora”.
Un testigo clave del caso relató que vio salir humo del apartamento y a Chesser abandonando el lugar junto a sus perros. Intrigado por el fuego y sin recibir respuesta clara de la mujer, decidió ingresar para intentar apagar las llamas que se concentraban en el baño. Fue allí donde descubrió lo que parecía un cuerpo humano en estado de incineración.
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“El testigo decidió entrar a la vivienda a apagar el incendio, sin saber que eran más de uno, por el temor de que el fuego se propagara”, explicaron las autoridades. Minutos después, Tamika Chesser fue hallada en estado catatónico, sentada en el patio trasero del edificio, sin mostrar resistencia ni emitir palabra alguna, según reportes policiales.
Uno de los aspectos más angustiantes del caso es que la cabeza de Julian Story sigue sin ser localizada, lo que impide no solo esclarecer por completo las causas del crimen, sino que retrasa el cierre emocional de su familia.
“Recuperar la cabeza de Julian para devolvérsela a su familia, para que puedan tener un desenlace pacífico, celebrar un funeral y darle sepultura, es un aspecto muy importante para nosotros”, declaró el superintendente Darren Fielke, jefe de la investigación.
La policía ha pedido a la comunidad revisar grabaciones de cámaras de seguridad entre el 17 y 19 de junio, ya que se presume que Chesser pudo haber abandonado la escena con restos humanos. Las autoridades también han incrementado los recursos asignados al caso, dada su complejidad y repercusión mediática.
Las autoridades confirmaron que Tamika y Julian mantenían una relación sentimental, aunque aún no se ha revelado si existían antecedentes de violencia o denuncias previas. La investigación ha sido catalogada como un caso de violencia doméstica con desenlace extremo, lo que podría agravar las penas si se comprueban patrones previos de agresión.
Hasta el momento, la acusada no ha emitido ninguna declaración oficial, y su comportamiento posterior al crimen ha sido descrito como errático y mentalmente inestable. El tribunal negó su solicitud de libertad bajo fianza durante la audiencia del 27 de junio. La próxima comparecencia judicial está prevista para diciembre de este año, mientras se completa el análisis forense y se recogen nuevos testimonios.
Tamika Chesser saltó a la fama en 2010 como finalista de Beauty and the Geek Australia, un reality en el que mujeres atractivas eran emparejadas con hombres académicos para competir en desafíos. Su carisma y apariencia llamaron la atención de la audiencia, llevándola luego a posar para revistas como Playboy, Ralph y FHM.
Después de varios años de trabajo como modelo y figura pública, su presencia mediática disminuyó hasta que su nombre resurgió, no por sus portadas ni apariciones en televisión, sino por estar vinculada a uno de los crímenes más macabros del país en los últimos años.
La familia de la víctima, devastada, ha emitido un comunicado en el que agradecen el respaldo de la comunidad y el trabajo de los investigadores. “Queremos justicia para Julian. Él no merecía este final. Agradecemos a quienes han ofrecido apoyo y pedimos respeto por nuestro duelo”, señalaron sus allegados.
Mientras tanto, Australia asiste con horror al desarrollo de una historia que comenzó como un romance y terminó convertida en una pesadilla judicial, mediática y emocional, con más preguntas que respuestas y con una parte crucial del cuerpo aún sin aparecer.