Botticelli y su Marullo roban la atención de la Feria Frieze de Londres
Hay que bucear en las entrañas de la feria Frieze Masters para avistar la obra más buscada. Sandro Boticelli dio a luz hace más de 500 años al Retrato de Michele Marullo Tarcaniota y ahora, esta pintura de casi 30 millones de euros (33 millones de dólares), se agazapa en una pequeña sala del recinto londinense.
La mirada seria de Marullo persigue a todo aquel que se adentra en el cubículo reservado para el cuadro. Se ha ganado la fama por ser el último Botticelli en manos privadas fuera de Italia y por estar a la venta.
De unos 30 millones de dólares (27,3 millones de euros) será el precio de salida en una operación que se espera que se complete antes de este domingo, cuando la Frieze, una de las mayores ferias de arte del mundo, eche el telón.
"Está aquí para venderse. Soy optimista porque es un gran maestro y una gran obra. Es una pieza de arte icónica comparable con la obra de Leonardo Da Vinci "Salvator Mundi" que se vendió hace dos años en Nueva York, explicó a Efe Carlo Orsi, director de la galería Trinity Fine Art, que expone la pintura de Botticelli en Londres.
Sin embargo, esta venta esconde una problemática. Perteneciente a la familia española Cambó, este cuadro fue declarado bien de interés cultural en 1988, por lo que su salida de España es restringida, algo que tendrá que tener en cuenta el comprador a la hora de pujar por él.
"Hay que cumplir la regulación y ver qué podemos hacer. Es un proceso largo que toma su tiempo y en el que el comprador tiene que aceptar la regulación española. Lo mejor sería encontrar un comprador español. Sería perfecto", añadió Orsi.
En estos instantes ya hay varias personas interesadas en adquirir la obra, pero, según pudo saber Efe, ninguna de ellas sería por el momento española.
Esto podría solventarse en los próximos días, puesto que la feria, que terminará el próximo domingo 6 de octubre, solo acaba de empezar.
Otra de las opciones es que el propio Estado español se hiciera con la pintura, pero, por ahora, tampoco hay una oferta suya sobre la mesa.
La obra ha pasado los últimos años en Barcelona, después de estar trece años cedida en el Museo del Prado, por lo que su unión con España es estrecha.
El retrato cincelado por Boticelli se rodea de las miles de obras que componen la feria Frieze, que, como cada año, colorea el parque Regent en el centro de la capital londinense.
La muestra se divide en dos partes. La dedicada a maestros, donde a parte del retrato de Marullo se pueden encontrar obras de Eugene Delacroix y Gustave Courbet, entre muchos otros, y la Frieze London, centrada en el arte contemporáneo.
La primera más clásica; la segunda, más rompedora. Este año, la Frieze London ha optado por un carácter más reivindicativo e internacional. Se han construido 160 galerías con artistas de 36 países, lo que dispara la diversidad.
En cuestión de metros se pasa de las composiciones estrambóticas, a tapices enmarcados, recreaciones de carácter sexual y representaciones abiertas al público.
Cualquier asistente puede pasar por una galería, por ejemplo, coger hora, y ver cómo le inmovilizan con vendajes diferentes partes del cuerpo -a elección- para "notar el descanso en el cuerpo".
"Body Painting", un bar en mitad de la exposición, monstruos, péndulos gigantes y casi cualquier cosa que la mente humana pueda imaginar tiene cabida en la Frieze.
Una de las exposiciones que más destaca es la denominada "Woven", cuya peculiaridad es la utilización de la tela para expresar "la situación política en el Reino Unido" y los inicios del "colonialismo británico", en palabras de su comisario, Cosmin Costinas.
La Feria Frieze abrió sus puertas este jueves en Regent´s Park y vivirá cuatro jornadas intensivas de arte hasta que cierre sus puertas un año más el domingo.